Por cierto, la sentencia del TDC constituye una bofetada para el despacho de abogados (el más poderoso de Madrid, junto a los Garrigues; el más poderoso de España junto al catalán Cuatrecasas) Uría y Menéndez, un centro de poder con gran influencia en la judicatura, un verdadero lobby político y económico. Uría y Menéndez fichó a Agustín González y creó un departamento de derechos de autor sólo para él.
González es el inventor de
El espíritu de González quedó claro cuando planteó dos frentes: presionar al PP, ahora al PSOE, para modificar en su favor la ley de Propiedad Intelectual y, en el entretanto, conseguir una "autorización singular" para empezar a cobrar el canon a los ‘clipineros'. ¿Qué es una autorización singular? Pues, como su mismo nombre indica, algo que te permite hacer algo muy singular, es decir, ilegal, de forma absolutamente singular.