Mientras SCH y Abbey explicaban en Londres su acuerdo de fusión, en Madrid, el consejero delgado del banco de enfrente, José Ignacio Goirigolzarri, explicaba los resultados de la entidad correspondientes al primer semestre del año.

 

En pocas palabras, puede decirse que tanto los resultados del BBVA como los del SCH demuestran que se va dejando atrás la crisis, pavorosa crisis siempre oculta por los medios informativos tradicionales, tan dóciles frente a los dos grandes bancos, sufrida por ambos grupos durante el bienio 2002-2003. Con el 2004, las cosas han vuelto a su sitio, y en el BBVA el margen de intermediación vuelve acrecer un 11,4%. Las comisiones lo hacen al 9,4 (tampoco se podía estirar más) y, al final, el margen ordinario del grupo consolidado BBVA durante el primer semestre de 2004 se sitúa en los 5.169 millones de euros, un 10,7% más que en el mismo periodo del año anterior. El beneficio bruto crece un 19% y el beneficio atribuido un 20%.  

 

Lo mejor, pues, quizás que los créditos sobre clientes han crecido un 12,2%, y que Bancomer y el grupo iberoamericano empieza a proporcionar más alegrías que quebrantos.  Eso sí, tampoco es para tirar cohetes: el Per sube, y desciende la rentabilidad sobre activos del 1,10 al 1,04, así como la rentabilidad medida sobre activos medios ponderados de riesgo (RORWA) probablemente el mejor cociente para medir la gestión bancaria, que pasa del 1,87 al 1,80. Mejora la rentabilidad sobre recursos propios y, cómo no, la morosidad vuelve a batir marcas de nimiedad. Al parecer, las constantes advertencias del Banco de España sobre el peligro de aumento del crédito no se las cree casi nadie.

 

No se fíen mucho del ratio de eficiencia, tan citado por los banqueros, porque todo se basa en el numerador. En efecto, en un año el BBVA se ha vuelto a librar de casi 2.000 empleados, por prejubilaciones caras en España o por despidos baratos en Iberoamérica. Actualmente, en el BBVA trabajan 84.958 personas, de los cuales 52.198 lo hacen en las filiales hispanas y 30.784 en España.

 

En definitiva, el BBVA sale de la crisis y se afianza, aunque el Santander parece haberle tomado la delantera, algo que no ocurría desde tiempo atrás (el BBVA, al menos el BBV, siempre ha ido un mejor banco de servicios y ha contado con una red de sucursales más eficaz). Eso sí, nada que ver con los "magníficos resultados" de los que habla José Ignacio Goirigolzarri, obligado por el presidente Francisco González ha jugar un papel que no es el suyo. Al final, el mercado le ha retorcido el brazo y le ha hecho bajar muy por encima del mercado, a pesar de que el SCH hacía bajar la media.