Consistirá en medidas de recapitalización, aunque no saldrán gratis. Como en la crisis bancaria de los años ochenta, el supervisor otorgará ayudas pero a cambio de poder renovar a los gestores. Por eso necesitan un pacto político. El plan afectará especialmente a las pequeñas cajas de ahorro. El mayor temor es que, entre las entidades tocadas figure alguna grande no programadas, como Caja Madrid.
La orden llegó del Banco de España a todos los bancos y cajas de ahorro. Había que adelantar la entrega de los balances correspondientes al primer trimestre del año y el día límite era el domingo 5. Razón: la mora se deteriora por momentos y el gobernador MAFO prepara un plan de reflotamiento antes de que las actuaciones se descontrolen, especialmente en las cajas de ahorros y en pequeños bancos.
Las cifras ya están en Cibeles y ahora la Semana Santa de por medio, que en el Banco de España la Semana Santa no es sagrada pero las vacaciones sí- se decidirá qué entidades necesitan ayudas en forma de recapitalización. De entrada, el supervisor considera que las necesidades actuales pueden oscilar entre 20.0000 y 40.000 millones de euros (no a finales de año, sino ahora mismo) pero ese abanico es demasiado amplio: hay que tener datos más concretos.
El plan del gobernador MAFO es sencillo, y repite el esquema Mariano Rubio y el de la CCM: el Banco de España ayuda peor, a cambio, exige poder omnímodo para modificar directivos, o al menos más poder cuanto más importante sea la ayuda. En el caso de las cajas de ahorro eso exige un pacto político con las comunidades autónomas (en el Caserón de Cibeles se bromea diciendo que, en el caso de Madrid, habrá que pactar con dos: Esperanza Aguirre y Gallardón). De otra forma, no habrá ayudas.
A esos efectos, hay que insistir en la idea de que las cajas de ahorro no están en peor situación por ser cajas, sino por haberse comportado como bancos, entrando en financiaciones más propias de las grandes entidades inversión que de entidades mutuales. Además, cuando se juega a banca de inversión, claramente especulativa, entonces sí que la dimensión adquiere una importancia clave. Y las cajas de ahorros son más pequeñas que los bancos.
Por lo que respecta a la metodología, es sencilla: hay que aclarar cuál es la morosidad real del sistema financiero a 31 de marzo se ha disparado en el primer trimestre-. No olvidemos que, según sea su base de capital y su desglose de impagados, como media simple más bien simplona- a partir de una mora del 9% una entidad puede no ser viable sin ayudas.
¿Cuál es el mayor temor en el caserón de Cibeles? Pues que entre las entidades necesitadas de ayuda se encuentre alguna de tamaño medio e incluso grande. Un detalle: las cuentas de Caja Madrid, cuarta entidad financiera de España, van a ser analizadas con lupa. De todas las cajas de ahorros es la más dada a las operaciones especulativas y al apalancamiento y, además, la lucha por el poder, con Miguel presidente Blesa aferrado al sillón, ha mermado la eficacia de sus gestores y debilitado su balance.
Eulogio López
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