Según publica el periódico digital www.Elter.net, el ayuntamiento de Vic ha aprobado en un pleno municipal -con la única oposición de los regidores de Plataforma por Catalunya- dar a una de las nuevas calles de la ciudad, el nombre de Lluís Maria Xirinacs. Conviene recordar que el propio Xiriniac se auto-declaró "enemigo del Estado español y amigo de ETA y de Batasuna".
No está mal para tratarse de una ciudad que ha sufrido en sus carnes el azote terrorista. Basta con recordar el atentado a la casa cuartel de la Guardia Civil, el cuarto más sangriento cometido por ETA) el 29 de mayo de 1991, en el que murieron 10 personas (entre ellas 5 niños) a las que no les iba en el sueldo morir a tiros de la barbarie etarra.
Por si fuera poco, el mismo pleno municipal aprueba la creación de vivienda pública de alquiler en el terreno de la antigua casa-cuartel de la Guardia Civil. "No podemos olvidar la historia, despreciando a todos los que han muerto por defender la libertad. Esta noticia nos demuestra que el primer enemigo del nacionalismo es la historia", afirma Alfred Subirana -responsable de la Fundación Unidad Diversidad en Barcelona.