Sr. Director:
En la entrevista publicada en "El País", el Sr. Moratinos dice, refiriéndose a los vinos, "En el Burdeos es en el que soy más entendido.
Con objeto de facilitarle su labor como primer embajador de España, y que no tenga que admitir que entiende más de vinos no españoles, la FEV (Federación Española del Vino) le invita a descubrir los vinos de España.
Admitir el desconocimiento de los vinos españoles puede ser bastante lamentable para un embajador de España, pero, tratándose del ministro de Asuntos Exteriores, admitir que el que más se conoce es un vino francés - aunque sea europeo-, no hay duda que supone un verdadero revés al sector vitivinícola español.
España es el país del mundo con mayor superficie en viñedo. España encierra una riqueza y variedad inigualable de vinos, por el gran mosaico de climas y suelos, y de denominaciones de origen. En tintos, que es con la bebida que más disfruta el Sr. Ministro, en España existe desde las tradicionales denominaciones de origen como Rioja, Ribera del Duero, etc.; las antiquísimas y redescubiertas zonas de Priorato, Jumilla, Toro...
Los selectos vinos españoles son magníficos representantes de la imagen de España en el exterior. Los vinos de España deben estar en todas las mesas de nuestras embajadas. Los vinos, cuando son de calidad, son un orgullo del país que los produce, y sus botellas ostentan de forma patente el territorio de producción.
Teniendo en cuenta que se trata del máximo representante de las relaciones comerciales de nuestros productos en el exterior, la invitación de la FEV me parece acertada, no sólo porque les afecta al producto que representan, sino porque con está acción practican una obra de misericordia: Enseñar al que no sabe. Es que Moratinos, nos empieza a acostumbrar a que todo lo que toca o dice la... Empieza a parecerse a la mosca.
Jaume Catalán
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