Pizarro se va como un buen financiero y un mal empresario
Los accionistas de Endesa están felices con él. Endesa valía 16,5 euros por acción y lo ha elevado por encima del los 40. Por tanto, Manuel Pizarro se ha mostrado como un gran financiero, que sabe revalorizar valores mobiliarios y que, en resumen, sabe comprar y vender. Eso sí, el futuro de Endesa y del sector energético español se desliza hacia el fondo. Con su actitud, unido a la racanería de la OPA de Gas Natural y a la intromisión del Gobierno Zapatero, ha hecho que la joya de la corona caiga en manos del Gobierno italiano.
Al mismo tiempo, y siguiendo la línea del cainismo español, los españoles Entrecanales pretenden que Pizarro se marche con el rabo entre las piernas, como el vencido que es, para escarmiento de quien se atreva a resistir al Grupo Acciona. Curiosamente, son los italianos de ENEL, los que prefieren que Pizarro se marche con todos los honores, los mismos que pretendían que el consejero delegado, Rafael Miranda, se quedara para asegurar una transición tranquila.