Como decíamos el lunes 19, la política del nuevo Gobierno es la del diálogo ‘a posteriori'. La toma de posesión de sus ministros augura un rebrote del gasto público. Por ejemplo, la nueva ministra de Cultura, Carmen Calvo, aprovechó su toma de posesión para realizar una declaración de intenciones sobre el frío cultural: "La cultura pasa frío en el mercado, sobre todo cuando se la trata como un objeto". Esto recuerda lo del informático que le hizo un funeral a su ordenador catatónico, al que tanto amaba, el mismo informático que pedía no "estresar" a la máquina.
Traducido, lo que Calvo quiere decir es que la farándula artística que tanto apoyó al PSOE para llegar al poder (actores, actrices, cantantes y demás gente del espectáculo), va a disponer de fondos para sus iniciativas culturales, con cargo al erario público. Es decir, las palabras de la nueva ministra auguran el regreso al déficit público.
La nueva ministra de Medio Ambiente, Cristina Carbona, también está dispuesta a dialogar con las comunidades de Valencia y Murcia, regidas por el PP, las beneficiarias del Trasvase del Ebro. Sin embargo, antes de hablar con ellos les ha pedido que "cambien de actitud". Y esto es muy cierto: no cabe duda de que si cambian de actitud sobre el Plan Hidrológico Nacional, el diálogo resultará muy fructífero.
La responsable de Sanidad, Elena Salgado, se ha estrenado afirmando que se investigará con embriones humanos con el "único límite de
Finalmente, el ministro de Exteriores, Curro Moratinos, insiste en su afrancesamiento. Advierte que España tiene que volver a Europa, justo en el momento en que el modelo de crecimiento europeo vuelve a dar razón a quienes confían bastante más en el crecimiento norteamericano. El indicador de indicadores (o indicador compuesto) norteamericano creció un 0,3% en marzo y reafirma la reactivación. Tanto es así, que ya son mayoría las voces que piden a