Sr. Director:

El culto al cuerpo y a la belleza artificial ha encontrado en la televisión el mejor aliado para demostrar al telespectador lo fácil que resulta cambiar el semblante; tener labios y pechos de silicona o perder el peso de más que tanto afean, deprimen y marginan. Bastará con asomarse a los realities show de cirugía estética de algunas cadenas privadas.

Bien es cierto que los programas donde el protagonista está dispuesto a que le hagan una intervención quirúrgica ante la mirada atónita de los telespectadores y cambiar radicalmente de fisonomía, no son una invención española. Triunfan desde hace tiempo en las televisiones de medio mundo.

Antena 3 y Tele 5 han decidido apostar fuerte por la cirugía radical en directo y con resultados espectaculares. Sus producciones imitarán el modelo pionero de la cadena estadounidense ABC. Si no fuera porque, en el fondo, sólo se busca audiencia y publicidad, se puede afirmar que estos programas sólo buscasen hacer feliz a la gente mediante un cambio total de su imagen, "por motivos físicos o psicológicos que influyen en ellas de forma negativa".

Cirujanos plásticos, ortodoncistas, nutricionistas, oftalmólogos y psicólogos: un equipo humano cualificado al servicio de la mujer o del hombre descontento con su aspecto y eso le deprime. Como es lógico, nada queda al azar. La selección del candidato es esencial para asegurarse el éxito.

El equipo de especialistas ha recibido una consigna: sólo podrá ser operada ante las cámaras aquella criatura monstruosa a la que el cambio estético le traiga mejoras en su "vida afectiva, laboral, social, psicológica y emocional", explica la cadena del Grupo Planeta.

Clemente Ferrer Roselló

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