El Consejo de Ministros aprobó, en la mañana el viernes 25, el proyecto de ley de Violencia de Género. Ante las insistencias de los periodistas, fruto del sentido común y del informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de que se estaban produciendo muchas denuncias falsas sobre malos tratos para acelerar los trámites del divorcio, el mentor de la ley, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, advirtió que eso eran "meras anomalías".

 

Su superior inmediato, María Teresa Fernández de la Vega, no se conformó con ello y dio un paso más: para De la Vega está claro que esas "anomalías" se curan con una nueva ley de divorcio. Y así, advirtió que el muy progresista Gobierno Zapatero, en cuanto acabe con la Ley de Violencia de Género, comenzará su reforma de la ley del divorcio. Dicha reforma no consistiría en otra cosa que en hacer más fácil el divorcio en España.