Sr. Director:
En todo tiempo, pero en particular en estos momentos de profunda crisis, la aportación de la Iglesia a la sociedad es tan evidente que sólo quienes se niegan a ver la realidad pueden ignorarla.

Y en ocasiones, una de las formas más sibilinas de ignorarla es separar intencionadamente lo que la Iglesia es de lo que la Iglesia hace. Todos hemos escuchado en diversas ocasiones a quienes, por ejemplo, pretenden propagar la mentira de que Cáritas no es la Iglesia y que, dicho tirando de un refrán popular, unos son quienes predican y otros bien distintos los que dan trigo.

Precisamente, el Papa entresacaba en uno de los últimos domingos una valiosa lección de las lecturas del Evangelio para recordarnos que fe y caridad son inseparables. Dios siempre exige nuestra libre aceptación de la fe, que se expresa en el amor a Él y al prójimo, porque nadie es tan pobre que no pueda dar algo.

Jesús D Mez Madrid