Con estos datos por delante, al celebrar una onomástica pueden suceder dos cosas: lanzar loas obamanescas o realizar un análisis más crítico sobre las 'gestiones' de Barack en materia pro-vida.
De tal manera que parte de la jerarquía eclesiástica de EEUU pide no premiar a los que actúan contra los principios morales. El diario La Razón de este miércoles lo explica.
Por otro lado, reproducimos por su interés el artículo de Aceprensa sobre la jurista Mary Ann Glandon y la concesión del doctorado honoris causa a Barack Obama por parte de una universidad católica norteamericana.
Mary Ann Glandon, ex embajadora de EE.UU. para la Santa Sede, que ya posee el 'honoris causa' desde 1996, ha rechazado el prestigioso galardón Laetare Medal de Notre Dame. Entre sus argumentos, "me preocupa que el ejemplo de Notre Dame pueda tener un desafortunado ejemplo expansivo". Y es que la jurista no está de acuerdo con que el presidente estadounidense reciba el 'honoris causa'. Pero Obama asegura que el próximo 17 de mayo pronunciará su discurso de graduación en la universidad "respetuoso e inclusivo" (¿hacia quién, para quién?), y que espera "contar con el apoyo de gentes de todas las creencias religiosas".
En fin, unas declaraciones, las del presidente de la Casa Blanca, desajustadas, que no se ajustan a su modo de pensar -viniendo de un defensor de la muerte-, y otras, las de la abogada Glandon que subraya la necesidad de una reflexión sobre la concesión arbitraria de determinados premios, de modo y manera que apoya a ese numeroso grupo de obispos. Y es que en este caso el estilo marca la diferencia.