Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) celebrará por vez primera en España, el martes 13 de mayo, un Día por la oración por la Iglesia Perseguida en el mundo.
La verdad es que todo lo que venga de esa maravilla creada por Werenfried von Straaten, el padre Tocino, el monje al que todo abad desearía tener en un monasterio... a condición de tener sólo uno, debe ser aplaudida.
Además, el futuro del mundo se juega en Fátima. Allí comenzó la serie de grandes avisos a la modernidad, y la fiesta apenas ha comenzado. El mensaje de Fátima, como el de muchas apariciones marianas -reconocidas oficialmente o aún pendientes-, ha seguido siempre el mismo modelo: aviso-milagro-castigo, como se deja ver en Garabandal, una de cuyas videntes, por cierto, frecuenta mucho Fátima.
En todas las apariciones marianas de la edad moderna -sin duda la era más proclive a estas manifestaciones, se ha hablado sobre la persecución a la Iglesia. Podríamos decir que ahora mismo existen dos tipos de persecuciones distintas:
La persecución actual en el mundo islámico, con caos como lo de Irak o Líbano, por ejemplo, aunque en toda la geografía islámica se está dando una dura represión contra los cristianos, así como en la gran tiranía china y en el mundo indio, sin olvidar la persecución en el país que e ha convertido en el favorito del presidente Rodríguez Zapatero: Turquía, el socio de la Alianza de Civilizaciones.
En Occidente, por contra, se vive una persecución educada, mediática, que consiste en el sarcasmo permanente sobre cualquier verdad de fe -por ejemplo en la TV, alimento espiritual de las masas: ¡Pobres masas!, o en la profanación de sagrarios y símbolos religiosos. Como ha recordado Miguel Revilla un sagrario ha sido profanado en Alcorcón y no se preocupen: nadie hará nada. El señor alcalde, ni se moverá. Quizás porque es laico.
Pero hay algo en lo que coinciden la persecución violenta del Tercer Mundo con la persecución educada del primero: en ambos se impone la omertà: lo del Alcorcón pasa inadvertido y el asesinato de sacerdotes cristianos en Irak, India, Indonesia, China, Egipto, Líbano, no es noticia.
Porque lo grave, lo verdaderamente grave, es recortar los privilegios de los católicos, que no hacen otra cosa que provocar, con su actitud exhibicionista: cualquier día volverán a santiguarse por la calle.
Para mí que la iniciativa de AIN para la festividad de la Virgen de Fátima resulta bastante pertinente. Entre otra cosa porque los cristófobos son tan cobardes como los que golpean a una mujer: saben, perfectamente, que el cristiano no puede responder con violencia a la violencia -y para cumplir ese mandamiento hay que ser muy valiente- por lo que en su mayor parte las agresiones anticlericales quedan impunes y sólo obtienen la poderosa respuesta de la oración. Poderosa en verdad, pero no en el mundo... porque a Dios no se le puede llevar de testigo ante un Tribunal.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com