Desgarrador drama alrededor del dolor que provoca la pérdida de un ser amado y la complicada recuperación que conlleva. Se trata de la primera incursión en el cine norteamericano de la  directora danesa Susanne Bier.

Los Burke son una familia feliz hasta que el cariñoso marido y tierno padre es asesinado por un desconocido a resultas de un caso de violencia de género. Acostumbrada a tener una vida llena de amor, su viuda, Audrey (Halle Berry), se siente perdida. Desesperada por llenar ese vacío y recuperar, de alguna forma, la figura de su esposo, Audrey ofrece una habitación (hecha en el garaje de su casa) a Jerry, el mejor amigo de su marido que batalla por dejar su adicción a las drogas

Los que hayan seguido la seria trayectoria profesional de Susanne Bier (con títulos tan interesantes como Hermanos o Después de la boda) conocen su gran sensibilidad y su preocupación por reflejar cómo reacciona la gente en situaciones extremas. Sus películas, a pesar de su dramatismo, siempre aportan un toque de esperanza.

En su primera incursión americana, Bier, con una historia escrita por el guionista Allan Loeb, vuelve a emocionar narrando el viaje hacia la redención que inician dos seres humanos desconocidos, unidos solamente por el amor que sentían por un fallecido. O, como afirma el propio guionista, Cosas que perdimos en el fuego es un relato de catarsis, recuperación y amistad.  Un magnífico drama en el que se describe, perfectamente, lo que siente un ser desesperado ante una dependencia (en el caso de la esposa al esposo fallecido y en el del amigo a las drogas), al mismo tiempo que muestra  la valentía que hay que poseer para liberarse y retomar la vida desde cero.

Benicio del Toro está magistral  metiéndose en la piel del drogadicto Jerry y le secunda perfectamente Halle Berry como la esposa desconsolada. La única pega que hay que ponerle a esta película es que Susanne Bier, una seguidora del movimiento Dogma 95, es que abusa de  primeros planos (sobre todo ojos) que resultan reiterativos y ralentizan el desarrollo de la historia.

Para: Los que quieran contemplar un drama emocionante