Leo en un medio de gran tirada la siguiente carta La Conferencia Episcopal presentó su campaña contra el aborto, en la que compara la supuesta desprotección de un niño con la protección de un lince ante la ley.

Sr. Director:

Días más tarde, el papa Benedicto XVI rechazó los preservativos como medida antisida. Es contradictorio, por tanto, que la Iglesia defienda la protección de unas células con un ejercicio de absoluta demagogia y que, por otro lado, deje desprotegidas a tantas personas ante el sida.

Ante la simplicidad de las argumentaciones pido al autor y a los miles de lectores que se han dejado embaucar por argumentos similares que lean el Manifiesto de Madrid, firmado por mil científicos e intelectuales, además respondan a la pregunta ¿Un embrión de 14 semanas, con todos los tejidos y órganos formados es simplemente un puñado de células?

El mismo día he leído también que el director del Proyecto de Investigación de Prevención del Sida de Harvard, Edward Green, afirma sobre el tema: El Papa tiene razón. Nuestros mejores estudios muestran una relación consistente entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor (no menor) tasa de contagios de Sida.

Green, que tal vez pase por ser el mayor experto en análisis sobre el sida, da la razón al Papa. ¿No les parece que empieza a ser hora de rectificar?  

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com