El PP no va a modificar la Ley del Aborto

La manifestación provida celebrada el pasado sábado 16 en Madrid fue un notable éxito. Y eso que los problemas internos del movimiento Provida hacían presagiar otro escenario. Pero la Puerta del Sol se llenó. Y no lo hizo en la manifestación de las feministas proaborto del pasado 30 de diciembre, que no consiguieron reunir ni a 200 radicales. Si hubiera que medir el apoyo social de una causa y otra por los asistentes militantes a las señaladas manifestaciones, Provida ganaba por goleada.

No entraremos en los detalles internos de la cocina Provida. En realidad son los debates permanentes entre los maximalistas y los posibilistas. Lo que pasa es que cuando se trata del derecho a la vida, no caben ambigüedades. Si cabe, en cambio -señala la doctrina de la Iglesia- apoyar una posición de mal menor, mientras que se deje claro cuál es el objetivo final. Cabría por tanto exigir el cumplimiento estricto de la actual legislación para minimizar el daño, dejando claro que el objetivo final es la abolición de la Ley. Y en esto se han peleado unos y otros.

Lo que no cabe sin embargo es el uso del oportunismo político. El Foro Español de la Familia se desmarcó de la manifestación por no ser "oportuna". ¿Eso qué significa? ¿Que en campaña electoral no se quiere sacar los colores al PP que mantiene una posición ambigua? Una tibieza injustificada e ineficaz. Ser ‘longa manus' de un partido te convierte en tiempo real en falto de legitimidad social. Consta que el Foro arremetido contra la manifestación, por ejemplo, ante la jerarquía eclesiástica, e incluso ha tildado de ‘fachas' a los organizadores. Al parecer, la gente, que a pesar del boicot acudió a la cita en defensa del más débil, no está de acuerdo con el Foro.

Al PP no le sacan de la piedra: no van a modificar la Ley, pero sí que van a hacer que se cumpla. Su posición sería aceptable siempre que se dejara claro que el objetivo final es garantizar el derecho a nacer de todo niño. Pero en ningún caso se hace esa apostilla. Es más, sus líderes, empezando por Rajoy, aseguran que no modificarán una norma que ha llevado al asesinato de 100.000 no nacidos por año.

Además, el compromiso de que se garantice el cumplimiento de la ley, es discutible. La Comunidad de Madrid no sólo financia el 20% de los abortos realizados en la región, sino que ha decidido no personarse en su propio expediente administrativo. Y ese tipo de actitudes flojas y tibias son las que están marcando una profunda desafección de muchos simpatizantes que prefieren optar por otras alternativas. A saber: Alternativa Española (AES), Familia y Vida, Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIN) o Comunión Tradicionalista Carlista (CTC).