De entrada, agradecer a todos aquellos lectores de Hispanidad que han aportado su ayuda económica para que el juez Fernando Ferrín no acabe en la ruina. En dos semanas de cuestación llevamos recaudados 11.401,74 euros, pero aun faltan 18.000 euros para completar el castigo impuesto, en curiosa coincidencia, por los tribunales, el Consejo General de Poder Judicial y el Ministerio de Justicia, con el popular Gallardón al frente.
Por lo tanto, en Hispanidad nos vemos obligados a apelar, una vez más, a quienes no están dispuestos a que el homosexualismo, tan poderoso tanto en el PSOE como en el PP, no sólo haya conseguido que Ferrín Calamita sea apartado de su trabajo por 10 años, sino que consiga también arruinar a un padre de familia con siete hijos.
El origen y el trasfondo de esto ya lo he contado: una mujer se separa de su marido y padre de su hija porque 'descubre' su lesbianismo. Comienza a vivir con otra lesbiana y exige a los tribunales que su compañera, la progenitora B, adopte a su hija. Ferrín, juez de Familia, no dicta sentencia en contra. Simplemente, pide informes a peritos para que resuelvan si esa es la mejor educación que puede recibir la pequeña. En definitiva, decidir si dos lesbianas, sin apoyo de un padre, suponen el mejor ámbito formativo para una niña.
¿Podía permitir eso el lobby gay Nunca jamás. Se le acusa de retardo malicioso, cuestión que posteriormente se eleva a prevaricación. ¡Olé! Se trata de cerrar la boca a quien se atreva, no ya a contradecir, sino tan siquiera a cuestionar las imposiciones homo. Entre un PSOE homosexualista y un PP cobardón, el juez se convierte en reo y Ferrín es condenado e inhabilitado.
Un colectivo de más de cincuenta letrados pide al Gobierno el indulto. Sin apenas estudiarlo, el Gobierno Rajoy se lo deniega. Pues bueno es el ministro Gallardón, conocido por su afición a casar gays: un hombre con tantas aspiraciones políticas no puede pasar por homófobo: deniega el indulto a Ferrín a las primeras de cambio. Por contra, con Garzón se lo está pensando con detalle.
Pero no solo eso: a Ferrín se le aplica un baremo que, por ejemplo, no se ha aplicado al precitado Garzón: al deshonor de quitarle los galones y destrozar su carrera profesional se suma el deseo ferviente de arruinarle. Insisto, al revés de lo realizado con Garzón se le exige la devolución de salarios, con los correspondientes intereses de demora, de todas las retribuciones percibidas desde el momento mismo de la tramitación del sumario. Total: 100.000 euros.
Hasta tres cuestaciones hemos realizado los que no estamos dispuestos a abandonar a un juez coherente, con su conciencia y con la ley. Para hacérselo breve, sobre ese coste total de 100.000 euros (sanción en parte ya pagada) pero aún nos quedan algo más de 18.000 euros.
Insisto, hay que ayudar a Ferrín para demostrar al PSOE y al PP, y sobre todo a su temido lobby gay, que todavía hay españoles que aprecian la valentía de un juez, entre tantos jueces inicuos como nos encontramos cada día.
De ahí mi insistencia y la de otros medios informativos (por ejemplo, agradezco la colaboración de La Razón y de 13TV) y de asociaciones que apoyan a Fernando Ferrín. La cuenta corriente para realizar cualquier ingreso, de cualquier importe, es Barclays Bank: 0065-0036-71-0001089147.
Animo a hacerlo, no sólo por gratitud a un juez valiente sino para que el homosexualismo imperante sepa que hay personas que siguen dispuestas a dar su vida por sus ideales y, lo que a veces es igualmente doloroso, su cartera. Porque a Ferrín, para que quede claro, se le ha fusilado civilmente por ser católico. Ni más ni menos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com