Sr. Director:

Me gustaría hacer alguna puntualización a su artículo sobre el concurso eólico en Galicia.

1.- Los nombres de la Administración autonómica gallega tienen como única denominación la gallega, de modo que sólo es válido referirse a la "Xunta de Galicia", la "Consellería de Innovación e Industria", etc. Como periodista bien informado debería saberlo y si ya lo sabía debe, como todos los españoles, cumplir las leyes.

2.- Es bien llamativo de la mala intención de su titular que éste sea referido nada menos que al octavo mayor adjudicatario de potencia en el concurso eólico. No hace referencia ni a las cajas gallegas, ni a la asociación de conserveros ni a una agrupación de cooperativas ganaderas, no. Sólo a un grupo constructor que, por lo que parece, no es de su simpatía.

3.- Hace referencia a los "caciques locales" como si les estuviese vetada la participación a las pymes gallegas y el sector energético y, particularmente el eólico, fuese un coto cerrado a la antigua usanza de los tiempos de Fraga con derechos de admisión en posesión de las grandes operadoras eléctricas con sede en Madrid o Bilbao.

Éste fue un concurso público con unas reglas y unos baremos muy claros donde los mejores proyectos empresariales obtuvieron el otorgamiento de potencia. ¿Qué tipo de ventajas debe tener a priori Fenosa o Iberdrola sobre una pyme gallega que tiene en Galicia su sede, crea empleo en Galicia y paga sus impuestos en Galicia?

En cualquier caso, aquellas compañías que se sientan perjudicadas están en su libre derecho de acudir a la vía administrativa o a la judicial interponiendo los correspondientes recursos.

4.- Está mezclando información con opinión y elucubraciones sobre el futuro de las licencias eólicas. La transmisión patrimonial de las concesiones estará sujeta a autorización por parte de la administración. Basta con leerse el Decreto y la Orden, que fueron publicados en el Diario Oficial de Galicia.

5.- Entiendo que a los medios de Madrid les moleste la creación de nuevas cabeceras de ámbito autonómico que se escapan a su ámbito de influencia pero lo que no entiendo es que se ataque la creación de nuevos medios informativos que propugnan la pluralidad informativa.

Esto último siempre redunda en beneficio del ciudadano que puede contrastar mejor la información desde varios medios. En Galicia, fruto de las interminables mayorías absolutas conservadoras, tenemos un panorama informativo raquítico en lo que a pluralismo informativo se refiere, abundando los diarios de corte conservador y centralista-jacobino. Es positivo para los gallegos contar con un diario de corte galleguista y progresista desde donde contrastar la información. Tenga por seguro que introducirá mucha información que tradicionalmente se ocultaba con gran ahínco desde los grandes diarios gallegos y favorecerá el pluralismo.

6.- Infórmese algo mejor sobre las encuestas al parlamento gallego, no solamente las que facilita el Partido Popular. Otra cosa es volver a mezclar información con manipulación.

7.- Está convencido en la apreciación del resultado del concurso. En él no hubo castigados ni premiados. Ha sido un concurso, limpio, transparente, comentado, televisado, radiado en directo y hasta radiografiado por el socio de Gobierno, el cual se equivocó gravemente al ordenar a los miembros de la comisión a abandonar la misma aduciendo "inseguridad jurídica", lo cual no fue denunciado en su día. En este concurso ha habido proyectos eólicos y proyectos empresariales asociados, con inversiones cuantiosas, creación de puestos de empleo importantes, dinamización de sectores estratégicos para Galicia, redistribución de beneficios para todos los gallegos a través del INEGA (Instituto Enerxético de Galicia, que reinvertirá los mismos en los Concellos afectados y las Comunidades de propietarios de terrenos).

Con la cesión del 14,22% de participación en las sociedades explotadoras de los nuevos parques, el Gobierno gallego se embolsará unos 30 M€ anuales pero de los parques autorizados en la época de Gobierno conservador la hacienda gallega no ingresa ni un triste céntimo de euro, los cuales van a parar a las cuentas de resultados de Iberdrola, Gamesa, Fenosa, etc.

Posteriormente tributarán en Madrid, Bilbao, Barcelona, etc. En cualquier sitio menos en Santiago de Compostela. Entiendo que a Ud. le moleste pero más nos molesta a los gallegos que de los anteriores 4.000 Mw eólicos, la hacienda pública gallega no recaude nada.

8.- Las autorizaciones a trámite -que no concesiones- corren a cargo del Conselleiro de Innovación e Industria que, según acuerdo público de Gobierno de la Xunta de Galicia, es ostentado por el Sr. Fernando Blanco, miembro del BNG. Igual proceder esperaríamos si el Conselleiro perteneciese al PSOE en cuanto a transparencia, publicidad, objetividad y libre concurrencia, o al menos eso creo.

9.- Nos gustaría que nos explicase a los gallegos qué tiene de grave que las admisiones a trámite de proyectos eólicos hayan correspondido a empresarios gallegos, entre otros, con mayor o menor experiencia en el sector energético. Que nos explique si el sector eólico de Galicia es una finca privada donde sólo pueden entrar empresas madrileñas, vascas, catalanas, etc. y los gallegos no pueden promover parques eólicos en su propia comunidad.

En Galicia tenemos más de 3.000 Mw eólicos instalados y una gran experiencia en ingeniería, consultoría, construcción, mantenimiento, etc. y no precisamos que un promotor externo venga a enseñarnos cómo se promueve, construye y explota un parque eólico. Tan sólo necesitamos la autorización administrativa, recurso eólico y capacidad financiera, de lo que, por cierto, estamos dotados sobradamente.

10.- Creo que se equivoca con el perfil de los nuevos promotores eólicos al afirmar que lo mejor que pueden hacer es revenderla cuanto antes. Ésa es una práctica que, por desgracia, abundaba en demasía en tiempos del anterior Gobierno pero los actuales promotores han presentados proyectos empresariales que están obligados a llevar a cabo; creen en la creación de riqueza y empleo en y para Galicia y tienen vocación de emprender y permanecer, máxime en un sector  regulado por el Gobierno como el de las energías renovables. Entiendo que muchos de ustedes añoren los tiempos de Fraga, cuando Galicia no era más que la finca privada -del otrora general- con derechos de pernada de grandes corporaciones y grupos mediáticos afines pero los tiempos han cambiado y ya no volverán.

Ahora priman los intereses de Galicia y los gallegos por encima de los intereses de las empresas privadas de capital madrileño o vasco entre otros.

Luis Leiras

leirasgrobas@gmail.com