Sr. Director:
Pero según el testimonio del sacerdote J. Maniyangat, a quien le fue concedido ver los dos destinos eternos durante un accidente en 1985 al norte de la India, hoy son los pecados del progreso los que llevan a más personas a la condenación: el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, el odio, el rencor y el sacrilegio principalmente.
Y si bien las fuerzas políticas deben velar por el bien común y la vida de los indefensos, sin engañar al pueblo llamando bien al mal, es tarea de la Iglesia resucitar a los muertos de espíritu exhortándoles al arrepentimiento antes de que sea demasiado tarde.
Ese es el papel de la Cuaresma: liberar al hombre de la angustia de una vida sin Dios por el pecado, y el regreso a la casa Paterna emulando al protagonista de la parábola evangélica del hijo pródigo.
Cris Téllez
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