No hay problemas de liquidez, sino ausencia de demanda

Es lo que creen en el Banesto. No hay "cierre de grifo" en los préstamos, aunque reconocen que han modificado su "tamiz de riesgos". O sea, que un poco sí. Sin embargo, consideran que la ralentización de la actividad crediticia, se debe fundamentalmente a la ausencia de demanda. "Con la economía creciendo al 4%, había expectativa de negocio; ahora que estamos en el 1%, esas decisiones de inversión se aplazan".

Incluso operaciones aprobadas hace un año todavía no están ejecutadas y siguen en barbecho. O sea, el problema no son las entidades, sino los demandantes de crédito o lo que Keynes llamaba "espíritus animales", la perspectiva de negocio. "La gente que pensaba ampliar la nave, pospone la decisión".

Además, desde Banesto consideran que con un sistema que eleva los créditos al 14%, no se puede hablar de que el sistema financiero se haya cerrado. En el caso de Banesto, además, el crecimiento crediticio ha sido del 16%. Menos que el 30% de antes, pero tampoco nada desdeñable. ¿Podrán seguir a esos niveles a finales de ejercicio? No. La respuesta es clara. "El crecimiento no será tan fuerte", responde Ana Patricia. Así que se situará en el 8-9%. Y en el futuro Blesa plantea que se sitúe incluso por debajo del PIB nominal. Grave.

Y atención, este crecimiento más débil hará que Banesto pierda ligeramente cuota de mercado. En el entorno actual "ha dejado de ser un objetivo". Se van a centrar sobre todo en mejorar la eficiencia, los productos cruzados y los precios. La cuota queda como objetivo a medio o largo plazo. De momento: rentabilidad, ahorro de costes, más oficinas con menos empleado por oficina, menos mora y rentabilidad vía comisiones.