Para competir con A-3 TV, que emite el partido de fútbol entre las selecciones de Bosnia y España, TVE 1 dedica un especial, en horario de máxima audiencia, a Alejandro Amenábar. Y es que el fútbol y los toros son propios de la derecha iletrada. Para la televisión pública, el filósofo Amenábar y el metafísico Javier Bardem. Es el nuevo cineasta del Régimen. Pedro "Almodólar" debe estar celosísimo.

 

La combinación es perfecta. Amenábar promociona la coartada cultural al Gobierno Zapatero, que le paga con la más descarada promoción televisiva realizada con medios públicos.  

 

Y más: El tiempo es un factor clave en política. Hay que programar convenientemente una legislatura. Así, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, fecha para 2006 la ampliación del aborto (una ampliación difícil, porque apenas queda sitio) y la aprobación de la eutanasia.

 

Y esto es bello e instructivo, porque la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, poco después de posar para Vogue, repite que no se legalizará la connivencia con el suicida (que no otra cosa es la llamada muerte digna) si no existe consenso social. Es decir, que el talante dialogante nos lleva a prefijar el consenso social… ¡justo para 2006!

 

Esto exige un programa intenso de consenso. Por ejemplo, a través del colectivo gay (sorprendente esa obsesión del mundo homosexual con la muerte), de los medios informativos públicos y de una correcta combinación de agenda política y tratamiento informativo adecuado (es decir, profusión de eutanásicos y condena al silencio a los no-sampedros, por ejemplo, la inmensa mayoría de parapléjicos y tetrapléjicos españoles).

 

Y luego hay que pasear a Amenábar por el extranjero, por ejemplo por la Mostra de Venecia. Por cierto, el festival de cine italiano se ha convertido en un canto a la muerte, y no desde la vida, sino desde la vida padre que se pegan sus protagonistas.

 

Es la edición de Muerte en Venecia, porque hasta la ciudad italiana se ha llevado Amenábar su mortecina obra, a lo que hay que añadir una reedición (el imperio de la muerte necesita renovar continuamente su fachada) de Las Normas de la Casa de la Sidra. Se trata del film de Verónica Drake, una amantísima, dulce y maravillosa madre de familia que se dedica en sus ratos libres a practicar abortos a mujeres tan dulces y maravillosas como ella. ¡Dios nos libre de los filántropos!

 

Todavía recuerdo cómo, en 1985, al PSOE de Felipe González le bastó los dos meses de manipulación informativa más sectaria para invertir la tendencia a favor de la vida, histórica en España, y convertirnos en un país abortero. En dos meses, la tendencia cambió en 18 puntos porcentuales. Es decir, se había logrado el deseado consenso: Todo sea por el consenso.

 

Ya saben: En 2006, ni antes ni después, habrá consenso en España sobre la ampliación del aborto y sobre la eutanasia. Todo está perfectamente programado.

  

Eulogio López