El título original de la película Coco avant Chanel (Coco antes de Chanel) es mucho más preciso y menos cursi que el que le han puesto en la versión española: Coco, de la rebeldía a la  leyenda de Chanel, porque este biopic realizado por Anne Fontaine se extiende en los primeros años de la vida de Gabrielle Chanel (Coco) y  llega hasta el momento en que empezaba a despuntar como una de las diseñadoras de moda más reputadas de Francia

Por cierto, tampoco entiendo definir como rebeldía (cuando hablamos de amoralidad) la juventud de Coco, unos años durísimos en los que la joven Chanel fue una cortesana ya que, para medrar en su camino profesional, no le importó lo más mínimo amancebarse con un par de hombres acaudalados

Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel nos acerca a la vida de Gabrielle Chanel desde que, en su  infancia, junto con su hermana Marie, fue abandonada por su padre en un orfanatoEn la juventud intentó triunfar como actriz de cabaret  (escenario en el que conoció a su mayor protector, Etienne Balsan) y fue, posteriormente, este hombre de la aristocracia el que le abrió las puertas de la gente de clase acomodada que se convertiría con el paso de los años en uno de sus principales clientesEn esta biografía también aparece el que sería el amor de su vida: Boy Capel, quien le financió su primer taller de alta costura

El drama de Fontaine está muy cuidado en el apartado de dirección artística y, lógicamente, se ha puesto un especial empeño en el apartado de vestuario, pero el relato no acaba de convencer en ningún momento. Es muy reiterativo (muy pesado) con los encuentros y desencuentros de Coco con su amante Balsan lo que se traduce en un desarrollo que no acaba de avanzar. A más a más la simpática actriz Audrey Tautou (a  pesar de su gran parecido físico con la diseñadora) no ha atrapado bien al personaje con el riesgo que ello conlleva puesto que el peso de la película recae en su interpretaciónEso sí, la parte positiva es que, a la vista de estos años primeros años de Coco llenos de sinsabores y humillaciones,  la mayoría puede llegar a la conclusión de que el triunfo profesional no merece la pena si lleva aparejado un coste personal tan alto

Una última anécdota sobre el puritanismo y el progresismo absurdo que nos rodeaCoco Chanel era un gran fumadora, pues bien, el cartel anunciador de la película fue censurado en los transportes franceses por portar la protagonista un cigarrillo en sus manosLes apuesto algo a que  no hubiera ocurrido nada de nada  si hubiera aparecido en paños menores

Para: Los que quieran descubrir la parte amarga de la vida  de Coco Chanel