El rotativo de gran difusión, Daily Mail, ha publicado dos noticias sobre la aplicación de la eutanasia en el Reino Unido. En un centro hospitalario de Liverpool se mataban a los bebés enfermos y pacientes con cáncer, que podían haber tenido un tratamiento médico y lograr su curación. Un doctor asiente que ha obviado alimentar e hidratar a diez bebés en la unidad de neonatos de un hospital de Londres.

El periódico informa de la preocupación que existe en el Colegio Real de Médicos sobre pacientes con cáncer que llegan a urgencias y pasan, directamente, a las unidades de cuidados paliativos terminales ,cuando podían haber recibido tratamientos encaminados a curar el padecimiento.

También, Daily Mail, subraya el caso de una mujer de 56 años a la que se le diagnosticó un cáncer de pulmón y fue transportada a una de dichas unidades para enfermos terminales, en contra del discernimiento de los oncólogos, que deseaban aplicarle un tratamiento.

Además el rotativo British Medical Journal ha divulgado un artículo escrito por un célebre doctor que certifica que bajo la coacción de los médicos, los progenitores dan la conformidad para ingresar a sus críos en esas unidades de exterminio. En los casos en que se opta por liquidar la existencia de los chiquillos enfermos desconectándoles las sondas de alimentación e hidratación, el tiempo de aguante es "mayor que el que los médicos creen", llegan a superar los diez días, hasta el fallecimiento del bebé.

El mismo rotativo recoge el alegato de Bernadette Lloyd, una enfermera de cuidados paliativos pediátricos, que mandó un escrito al Ministerio de Salud en el que denuncia que los progenitores "se sienten coaccionados" a la hora de tomar una decisión sobre la supervivencia de sus retoños aquejados.

"Es muy difícil predecir la muerte", asegura Lloyd. "He visto un razonable número de casos en que los niños se recuperan después de haber sido dados por incurables", añade. "También he visto niños morir de sed terriblemente", y describe la muerte "agonizante" de un niño de 14 años de edad, al que la deshidratación provocó que muriera con su lengua pegada al paladar.

"Esta es la eutanasia por la puerta de atrás", sentencia la enfermera. (Fuente: InfoCatólica)

Nada ni nadie puede matar a un ser humano inocente, ya sea un feto, un embrión, un bebé, un adulto, un longevo o un doliente en su irremediable desenlace final. La Encíclica Evangelium vitae asevera que "la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana".

Algunos creen que la eutanasia es un derecho. Nada más lejos de la realidad. Existe el derecho a vivir, pero no a morir ni a matar. La cultura de la muerte es impropia de una sociedad civilizada. En ésta sólo cabe la cultura de la vida.

Clemente Ferrer
clementeferrer3@gmail.com