Dominique de Riberolles llegó a CEPSA como consejero delegado después de que la francesa Total se hiciera con el control. De Riberolles procedía de ELF Group, donde trabajó como gerente de administración y finanzas del área de lubricantes. En 1990 se encargó de coordinar las relaciones entre ELF y CEPSA y en 1996 entró en esta última como Vicepresidente de la planificación corporativa.
Tras la entrada en CEPSA de IPIC, el fondo de inversión petrolera de Abu Dhabi, Riberolles se mantuvo en su puesto, pero las relaciones con los árabes no han sido las mejores. Por eso, la OPA que permitirá a IPIC hacerse con el 100% de CEPSA ha disparado los rumores sobre la salida de Riberolles.
Tampoco tiene sentido que se mantenga en la Presidencia Santiago Bergareche, que debía su puesto al Banco Santander y que permaneció tras los cambios accionariales por tratarse de un hombre que no daba problemas. La presencia de Bergareche atendía también a esa especie de cortesía de las empresas extranjeras que mantienen a algún alto cargo español para dar una menos sensación de agresividad.
Lo cierto es que la Compañía Española de Petróleos Sociedad Anónima perdió hace tiempo la españolidad. Aunque Riberolles señaló a Hispanidad el pasado año que se encontraban satisfechos con la marca, la entrada de IPIC vuelve a plantear la duda sobre una denominación en la que la identidad española desapareció hace tiempo.
Mariano Tomás
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