Sr. Director:
Hace unos días el diario "Público" me publicó una carta en la que opinaba que la promiscuidad y obsesión por el sexo eran causa de muchos delitos de carácter sexual, y abogaba por el valor de la castidad y la abstinencia hasta el matrimonio.
El responsable de la sección de cartas al director, Rafael Reig, la contestaba, machacando al autor, -en este caso a mí-, como suele hacer cuando el contenido de las mismas contradice la línea ideológica del diario o sus particulares puntos de vista.
Llegó incluso a sugerir que soy yo el obseso sexual por opinar como opino sobre este tema. Sintiéndome ofendido por ello, y apelando al derecho de réplica, escribí otra carta que no han publicado, a pesar de que la mandé la víspera del día internacional de libertad de prensa.
Me parece bien que, coincidiendo con ello, los directores de muchos medios hayan hecho una petición a los políticos para mejorar la misma en nuestro país, pero deberían comenzar por vivirla en casa propia. Mientras que un lector que se sienta ofendido por un medio no pueda defenderse sin necesidad de acudir a los tribunales, y los otros medios tampoco se atrevan a publicar una queja o crítica por ello, no me extraña que en España todavía estemos en el puesto 46 en lo que a libertad de prensa y expresión se refiere.
Federico Gómez Pardo
fredericgomezpardo@gmail.com