• Exige que se aprueben nuevos ajustes, tras haber reducido la plantilla en 2.000 personas durante el último año.
  • Y si no, concurso de acreedores.
  • Cebrián, quien pretende quedarse con El País, repite ahora que la prensa vegetal está muerta.
  • En el entretanto, los bancos acreedores exigen más ventas y todos miran hacia Santillana.

Alguien se debe haber vuelto loco en el mundo editorial. Por ejemplo, el presidente de El País SA –es así como se presenta últimamente Janli Cebrián, no como Ceo de PRISA-, en pleno Consejo de Administración del grupo editorial exigió nuevos ajustes o, afirmó, hay que ir a la suspensión de pagos.

La verdad es que, en un año, la plantilla de El País se ha reducido en más de 2.000 trabajadores. No sólo eso, el grupo perdió 451 millones de euros en el año 2011 pero Janli Cebrián, el mismo que pide ahora concurso de acreedores, cobró 8,2 millones de euros.

Lo curioso de todo esto es que Cebrián que la prensa vegetal está muerta pero, al mismo tiempo, pretende convencer al grupo Liberty, los especuladores propietarios de PRISA, de que le vendan El País. A lo mejor está pensado en El País Digital.

En el entretanto, los bancos acreedores, encabezados por Santander, Bankia y Caixa, exigen más enajenaciones a PRISA. Por ejemplo, Santillana que, al revés de la Ser, tiene salida. Y luego Digital lo que ocurre es que nadie quiere comprarlo, ahora, tampoco Berlusconi y Telefónica, sus dos socios en la plataforma.

A lo mejor es que Cebrián tiene razón y PRISA está quebrada. Ahora bien, si esta suspensión de pagos se hubiera ejecutado antes de cobrar los 8,2 millones, a lo mejor el administrador concursal decidía que ese pago no era prioritario.

Eulogio López
eulogio@hispanidad.com