• Es una de las escasas entidades, junto a NCG Banco, que aún defiende la banca presencial.
  • Al final, tras la absorción de Banca Cívica, ha propuesto a los sindicatos una reducción de 3.000 empleos sobre 32.000.
  • La intención del banco es pactar prejubilaciones y bajas incentivadas.
  • Del total de empleados de la entidad, 2.200 son prejubilables: cumplen entre 55 y 58 años en 2013.

Caixabank ha convocado este lunes la primera reunión con los sindicatos, previa a la reestructuración de la entidad, en cumplimiento del Convenio Colectivo de Ahorro vigente. En ella se han dado los primeros pasos para la constitución de una mesa de negociación en la que Caixabank quiere plantear una ampliación de horarios en sus oficinas similar a la que ha hecho NCG Banco.

Actualmente el convenio lo impide, pero se trataría de negociar esas condiciones dentro del marco de reestructuración de la entidad, cuya vicepresidencia ostenta Juan María Nin (en la imagen). Caixabank, una de las entidades con menos servicios externalizados, lo que no deja de ser un plus en seguridad para los clientes, pretende así mismo prescindir de los servicios de 3.000 trabajadores.

Actualmente, el banco tiene en nómina, tras la absorción de Banca Cívica, 32.000 empleados, una cifra que se verá obligada a reducir. Y pretende hacerlo por la vía de las prejubilaciones y las bajas incentivadas.

La ampliación de horarios es un aspecto importante para la entidad, que valora la importancia de la banca presencial, más cara en puestos de trabajo pero muy valorada por un amplio sector de la población que está en todo su derecho de no utilizar la banca electrónica y seguir siendo atendido por personas.

De Isidro Fainé, su presidente, es la frase: "La banca ha dejado de hacer banca, ahora es un servicio", pronunciada en la presentación de resultados correspondiente al Ejercicio 2012.

Los sindicatos se muestran prudentes al ser preguntados al respecto.

Según ha manifestado a Hispanidad Joan Sierra, secretario de Comisiones Obreras en Caixabank, "no vemos similitudes ni queremos que se hagan con otros bancos, porque Caixabank no ha recibido ayudas. No es una entidad intervenida. Si se plantean salidas forzosas como punto de partida no van a ser con acuerdos parecidos a los de los bancos nacionalizados".

Afirma Sierra que las salidas para los trabajadores han de ser en la línea de los acuerdos de BBVA tras la absorción de UNNIM  y del Banco de Santander en sus respectivas reestructuraciones, ya que está entre los grandes, y el banco va bien. Joan Sierra ha señalado a Hispanidad que de los 32.000 empleados, 2.200 cumplirán este año entre 55 y 58 años: "Esperamos que la reestructuración sea tranquila y ordenada".

Los 800 empleados de Banco de Valencia no cuentan en esta negociación, ya que aún no se ha cerrado el contrato de compraventa y no se ha producido, por lo tanto, la transmisión de acciones.

Queda por ver cuál va a ser la actitud de los sindicatos ante las peticiones que plantee el banco para conseguir esa salida tranquila y ordenada, y si aceptarán cuestiones como la modificación de horarios de apertura.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com