El aumento de separaciones y divorcios representa un gran negocio para los inmobiliarios. Fuentes del sector estiman en 100.000 las viviendas que cada año se venden o alquilan para hombres y mujeres (especialmente hombres) separados o divorciados.
Y por cierto, durante el mes de agosto, a pesar de ser el periodo estival por excelencia, el saldo de hipotecas creció un 25%. Es decir, que quienes afirman que remite la burbuja inmobiliaria, a lo mejor están más que equivocados.