La Asociación Nacional para la Defensa Efectiva del Trabajador (Andet) ya intentó paralizar el buzón antifraude a la Seguridad Social en agosto del año pasado, cuando nació, por considerar que una "denuncia anónima no constituye denuncia en el sentido jurídico-formal". Llevó el caso ante el Defensor del Pueblo, pero Soledad Becerril desestimó la denuncia. Andet vuelve a la carga de nuevo, tras la presentación por el Ministerio de Empleo, el pasado viernes, del balance de esa herramienta en un año: ha conseguido aflorar 1.592 empleos irregulares y 1,4 millones de euros en cuotas a la Seguridad Social.
Andet ha enviado otro escrito a la Defensora del Pueblo, en el que considera que el Ministerio de Fátima Báñez mintió entonces al decir que el buzón no tramitaba denuncias, sino avisos, y que debe replantearse su queja. A juicio de Andet, las denuncias anónimas adolecen "de un requisito esencial para constituir un acto que pueda dar lugar al inicio de actuaciones previas a un expediente sancionador", que es lo que hace la Inspección de Trabajo cuando recibe la denuncia.
"El buzón tramita verdaderas denuncias anónimas y por lo tanto mintieron para sacar adelante un sistema de denuncias ilegal", según la asociación.
Andrés Velázquez
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