Afortunadamente, España ha suspendido el examen de Lisboa, es decir, la evaluación que la Comisión Europea realiza a todos los países miembros sobre los objetivos marcados en la Cumbre de Lisboa, en 1999. Entre otras lindezas se nos suspende por no aumentar las guarderías para niños menores de 3 años y por no aumentar las actividades extraescolares a partir de esa edad. En definitiva, por no alejar lo suficientemente rápido, incluso antes de ser destetados, a los niños del hogar, camino de la escuela-inclusa.
También suspende España por la necesidad de incrementar la movilidad geográfica de los trabajadores y las viviendas en alquiler. La movilidad geográfica representa el principal problema para mantener la unidad familiar. Toda vez que la mujer se ha incorporado al mundo del trabajo.
Por último, exigen reformas en el sector distribución, es decir, libertad de horarios para las grandes superficies, la mayoría de ellas sustentadas sobre sueldos mínimos. A lo mejor resulta más rentable ser menos eficaces y más felices.