Una vez más, el banquero "vendepatrias" pretende hacer negocio enajenando una empresa estratégica
Mientras, el director de la Oficina económica, David Taguas intenta hacer valer la opción de Globalia para mantener la españolidad de Iberia.
 
Eso sí, han obligado a británicos y TPG a elevar la oferta de 3,6 a 4, euros por acción. El plan de los británicos consiste en sacar a Iberia de bolsa y destrozar la identidad de la compañía. Mientras, el núcleo estable sigue pensando… en hacer una buena plusvalía.
Cuando la venta de AUNA France Telecom fue Zapatero quien, para hacer un favor a sus amigos franceses, le pidió a Botín que les vendiera AUNA. Y don Emilio obedeció, aunque, eso sí, les hizo pagar un buen precio por ello.

Ahora, el banquero cántabro vuelve a la carga con Iberia, pero ‘motu proprio'. Ha conseguido que Zapatero desautorice al director de la Oficina Económica de Moncloa, David Taguas, empeñado en que Iberia continúe siendo española, propiciando su compra por el grupo Globalia, de José Hidalgo, propietario de Air Europa.

Botín

actúa aquí, como siempre, con el dinero de los demás, es decir, a través de sus fondos de capital-riesgo Vista Capital, que prepara una oferta junto a TPG -dirigido en España por Alfonso Cortina, que también está jugando el papel de vendepatrias-. Elevan la oferta desde el vergonzante 3,6 euros por título (lo que supone compra por poco más de 3.600 euros una compañía que tenía en caja 2.200, es decir, un chollo) hasta los 4,6 euros por acción, que sigue siendo una miseria para el potencial de Iberia. Además, el plan es tomar el poder, que Iberia desaparezca de bolsa y con ello pierda su identidad, y, supuestamente, dado que ese es el espíritu de Vista Capital y Ibersuizas y de Quercus -otro vendepatrias- trocearla y obtener buenas plusvalías.

Al final, se quedaría con la joya (mercado iberoamericano) de Iberia los ingleses de British Airways, que esos sí necesitan un reflotamiento raudo y tiene un futuro mucho menos despejado que el de Iberia.

En el capítulo de vendepatrias, también habrá que añadir al actual núcleo duro, que sólo busca una plusvalía: Logista, El Corte Ingles, Cajamadrid y BBVA. Porque, a todo esto, ¿por qué hay que vender Iberia?

De esta forma, España pierde una aerolínea estratégica pero, eso sí, Botín, Cortina, Ibersuizas, y varias familias catalanas, podrán hacer su agosto.

Y por cierto, Moncloa también está desanimando a los socios españoles de Air France, Abelló y Lara, principalmente, para que dejen el paso libre a Botín-British. Se ve que David Taguas manda menos que su antecesor, Miguel Sebastián. A Pepe Aviones le queda poco tiempo para plantear una alternativa.

España está en venta. El vendedor es Botín, el único que no vende su negocio ni concibe que alguien pueda arrebatárselo.