El presidente de Caja Madrid está convencido de que Aguirre tendrá que dimitir antes que él

Impasible el ademán. El presidente de Caja Madrid se aferra al cargo y no ha dicho no a la oferta de entendimiento y salida ordenada de Caja Madrid. Blesa está convencido de que será Esperanza Aguirre quien tenga que dimitir del cargo de presidenta de la comunidad madrileña dentro de la crisis del PP, y se muestre dispuesta, incluso a dar facilidades financieras al grupo PRISA, que abandera la residencia de Blesa y el ataque a Aguirre (El Mundo y Expansión hacen lo contrario).

Corre el riesgo de que no sólo se hable de sus facilidades crediticias, sino de la situación de la propia entidad, donde se ha disparado la morosidad.

Pero esa no es la única aspiración del presidente de Caja Madrid. Blesa aspira a ser presidente de la fusionada Britsh Airways-Iberia. Se da la circunstancia de que Caja Madrid, tenedora del 23% de las acciones de Iberia, se convertirá en el principal accionista de la fusionada, y Blesa sueña con una presidencia no ejecutiva y un CEO que sin duda debería ser británico.