La doctrina de la Iglesia sobre migración se opone a las leyes norteamericanas y europeas
Lo cuenta la agencia Zenit. La doctrina papal sobre migraciones rompe con la corriente dominante en Estados Unidos y la Unión Europea, los dos grandes focos atrayentes de emigrantes. En especial en el reagrupamiento familiar, que es donde tanto Estados Unidos como los miembros de la Unión Europea (UE), incluida España, ponen más pegas.
Además, la Iglesia exige la acogida al inmigrante como personas, no sólo como mano de obra, y mucho menos como mano de obra barata. No es la primera vez que Benedicto XVI insiste en este punto, y especialmente en el duro impacto de las políticas de cuotas para las familias, cuyos miembros suelen estar separados por un océano.