El P. Federico Lombardi señala que el objetivo fundamental del viaje de Benedicto XVI a México "se ha cumplido". El Santo Padre parte hoy hacia Cuba a donde llegará a las 14:00 (hora local)


Este lunes, 26 de marzo, termina el viaje del Papa a México, un país que le ha conquistado el corazón, pues llegó a decir: "Debo decir que México va a permanecer siempre en mi corazón". "Ahora puedo entender por qué el Papa Juan Pablo II decía 'ahora me siento un Papa mexicano'".

Poco antes, Benedicto XVI se dirigió a los obispos mexicanos e hispanoamericanos en la basílica-catedral de Nuestra Señora de la Luz de León, como puede verse en este vídeo: "Esperaba con gran ilusión este encuentro con ustedes, pastores de la Iglesia de Cristo que peregrina en México y en los diversos países de este gran continente, como una ocasión para mirar juntos a Cristo que les ha encomendado la hermosa tarea de anunciar el evangelio en estos pueblos de recia raigambre católica.

La situación actual de sus diócesis plantea ciertamente retos y dificultades de muy diversa índole. Pero, sabiendo que el Señor ha resucitado, podemos proseguir confiados, con la convicción de que el mal no tiene la última palabra de la historia, y que Dios es capaz de abrir nuevos espacios a una esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5)".

El Santo Padre señaló que "tampoco faltan preocupaciones por la carencia de medios y recursos humanos, o las trabas impuestas a la libertad de la Iglesia en el cumplimiento de su misión".

Pero, agregó: "Ustedes no están solos en los contratiempos, como tampoco lo están en los logros evangelizadores. Todos estamos unidos en los padecimientos y en la consolación. Sepan que cuentan con un lugar destacado en la plegaria de quien recibió de Cristo el encargo de confirmar en la fe a sus hermanos, que les anima también en la misión de hacer que nuestro Señor Jesucristo sea cada vez más conocido, amado y seguido en estas tierras, sin dejarse amedrentar por las contrariedades".

Y prosiguió: "La fe católica ha marcado significativamente la vida, costumbres e historia de este continente, en el que muchas de sus naciones están conmemorando el bicentenario de su independencia. Es un momento histórico en el que siguió brillando el nombre de Cristo, llegado aquí por obra de insignes y abnegados misioneros, que lo proclamaron con audacia y sabiduría. Ellos lo dieron todo por Cristo, mostrando que el hombre encuentra en él su consistencia y la fuerza necesaria para vivir en plenitud y edificar una sociedad digna del ser humano, como su Creador lo ha querido. Aquel ideal de no anteponer nada al Señor, y de hacer penetrante la Palabra de Dios en todos, sirviéndose de los propios signos y mejores tradiciones, sigue siendo una valiosa orientación para los pastores de hoy". Tras ello, animó a los obispos hispanoamericanos a estar "del lado de quienes son marginados por la fuerza, el poder o una riqueza que ignora a quienes carecen de casi todo.

La Iglesia no puede separar la alabanza de Dios del servicio a los hombres. El único Dios Padre y Creador es el que nos ha constituido hermanos: ser hombre es ser hermano y guardián del prójimo. En este camino, junto a toda la humanidad, la Iglesia tiene que revivir y actualizarlo que fue Jesús: el Buen Samaritano, que viniendo de lejos se insertó en la historia de los hombres, nos levantó y se ocupó de nuestra curación".
Y deseó que la Iglesia en Hispanoamérica, que "muchas veces se ha unido a Jesucristo en su pasión, ha de seguir siendo semilla de esperanza, que permita ver a todos cómo los frutos de la resurrección alcanzan y enriquecen estas tierras".

El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el P. Federico Lombardi, ha valorado el viaje del Papa Benedicto XVI a México, y ha señalado que el objetivo fundamental "se ha cumplido". El sacerdote jesuita explicó que el objetivo esencial de este viaje que también tiene un significado continental respecto a Hispanoamérica, ha sido el de tener "un encuentro personal del Santo Padre con los mexicanos" que se ha plasmado especialmente en la Misa de esta mañana a la que asistieron, según los últimos cálculos, 640 mil personas.

Pero el Papa se tiene que ir de México. Tras la ceremonia de despedida de hoy en el aeropuerto de Silao, el Papa viajará a Cuba, donde aterrizará sobre las 14,00 horas (hora local) en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo (Santiago de Cuba). Allí será recibido con una ceremonia de bienvenida en la que pronunciará un discurso.

Más tarde, a las 17,30 horas, celebrará una Misa en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba, con motivo del 400 aniversario del descubrimiento de la Virgen de la Caridad del Cobre. Además, durante la jornada de mañana martes 27 de marzo el Papa visitará el santuario de la Virgen, antes de tomar el avión con destino al aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
Una vez en la capital cubana, el Santo Padre realizará una visita de cortesía al presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de la República, Raúl Castro, en el Palacio de la Revolución de La Habana. Posteriormente, tiene previsto un encuentro y cena con los obispos cubanos y con el séquito papal en la Nunciatura Apostólica de La Habana.

El miércoles 28, el Papa partirá hacia Roma, no sin antes celebrar una Misa en la Plaza de la Revolución de La Habana. Además, a las 16,30 horas y ya en el aeropuerto, Benedicto XVI pronunciará su último discurso del viaje. El Papa llegará al aeropuerto de Roma Ciampino a las 10,15 horas del jueves 29 de marzo.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com