- Los sindicatos sospechan de la oferta temeraria de ACS y Ferrovial para la recogida de basuras en la periferia de la capital.
- Los trabajadores sospechan que la propuesta llevará a una reducción de plantillas y de salarios.
- Además, si se aprueba la oferta de Florentino, el PP se puede dividir: algunos temen que Ana Botella deje una herencia maldita.
- La oferta de ACS está un 17,42% por debajo del precio de adjudicación. Su competidora, FCC, actual prestadora del servicio, considera imposible no entrar en pérdidas.
- Urbaser, que Florentino no ha conseguido vender, ya provocó la huelga de basuras de Lugo.
- Pero el presidente de ACS y del Real Madrid se ha implicado personalmente en el asunto.
- Justo cuando está a punto de resolverse, a su favor, el agujero del Castor.
Es la batalla de la basura, que se libra en Madrid. La protagoniza Florentino Pérez (en la imagen)- ¡Oh capitán, mi capitán!-. Su filial Urbaser, que no ha conseguido vender, así como la filial de Ferrovial (CESPA) han presentado una oferta al concurso del Ayuntamiento de Madrid par el contrato de la recogida de basuras en la periferia de la capital. Todos lo dan por ganadora, dado que ha ofertado un 17% por debajo del precio de adjudicación.
Y ahí viene el problema. Los sindicatos consideran que la oferta resulta temeraria y que con ese precio no se puede cumplir el servicio. Es decir, que, con ese presupuesto, Florentino Pérez y Rafael del Pino se verán obligados a reducir plantilla y salarios o ambas cosas a la vez. Total, que ya preparan movilizaciones si Ana Botella, alcaldesa de Madrid, da el visto bueno al contrato.
Los sindicatos ya hablan de movilizaciones y de huelga. Y recuerdan que la Urbaser de Florentino ya provocó una huelga salvaje en Lugo. Últimamente han aprendido mucho de bajas temerarias. Además, si gana, ACS y FCC se ocupan de la recogida en el centro de la capital y ACS-Ferrovial de la periferia, están abocados a unas nuevas condiciones laborales, independientemente de la baja temeraria. Y esto porque el centro se recoge de día y la periferia de noche. De noche se cobra más, así que en una misma empresa pueden rotar turnos, en dos no. Total, calculan una pérdida de salario -ya sin ningún tipo de ere, de entre el 6 y el 7%. Y parece que no les hace mucha gracia.
Y de paso, el PP madrileño ha entrado en ebullición y la oposición en estado de expectación anhelante. Recuerden que Ana Botella ya ha afirmado que no se presentará a la reelección y, por tanto, su sustituta, que bien podría ser la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recibiría una herencia amarga.
Y la oposición afila los cuchillos. Nada le encantaría más que tras la dura huelga de barrenderos que convirtió a la maloliente Madrid en portada de los grandes rotativos norteamericanos, ahora se toparan con una huelga de basuras.
Por encima de todo, el hecho de que la capital no está todo lo limpia que debiera. Al menos, eso dicen las asociaciones vecinales y las plataformas que han surgido para denunciar la suciedad en la vía pública. Dicho de otra forma, la oposición estaría feliz si, en vísperas de las elecciones municipales de mayo, Madrid pareciera un estercolero. Eso es algo que cabrea mucho al votante.
Pero Florentino (¡Oh capitán, mi capitán!) se ha involucrado en el asunto y, a pesar de la huelga salvaje que Urbaser provocó en Lugo está dispuesto a mover todos los resortes -y tiene muchos- para llevarse el gato al agua. Justo en el momento en que en el Gobierno central braman ante la necesidad de pagar a ¡Oh capitán mi capitán! el desastre del Castor.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com