El profesor José Barea, ex director de la extinta Oficina Presupuestaria creada y destruida por Aznar, tiene la gran ventaja de la senectud. A su edad no tiene que hacer carrera y por tanto, no tiene que medir sus palabras, sino buscar la verdad sin intereses ni intermediarios.

 

Desde esta atalaya, Barea anuncia que trabaja en analizar el déficit existente en las cuentas públicas y adelanta que estará –según sus cálculos- entre el 8 y el 9 por ciento. Advierte que se trata de sus cálculos, según sus criterios, "con independencia de lo que piense Eurostat". O sea, sin paños calientes, ni espíritu revanchista, ni ánimo de incienso. La verdad, pura y cruda.

 

Además, considera que el actual sistema de bienestar resulta insostenible y fecha la crisis del sistema en el 2015-2020. En su opinión, la actual coyuntura de la Seguridad Social se dará la vuelta en un plazo corto y obligará a realizar ajustes, ya que el Fondo de Reserva "sólo tiene capacidad para aguantar 4 meses como máximo". El profesor se muestra partidario de incrementar el periodo de cálculo de las pensiones de los 15 años actuales hasta "al menos 25 años", lo que significaría pasar de una tasa de sustitución –cuantía de la pensión en relación al salario percibido durante la vida laboral- del 93 por ciento actual al 63 por ciento.

 

Por último, Barea considera que el crecimiento del 3 por ciento previsto por el Gobierno resulta en línea con la capacidad de crecimiento de nuestra economía y apuesta por la productividad. "No podemos competir en sueldos bajos porque los países del Este tienen sueldos un 30 por ciento inferiores a los nuestros. Tenemos que hacer un esfuerzo importante en I D y formación de nuestro personal". Además, Barea se muestra partidario de ligar los salarios a la productividad aunque no muestra especial esperanza de que sindicatos y patronal quieran "ceder en ese chiringuito que es la negociación colectiva".