El Ayuntamiento de Barcelona no ha cedido terrenos a Endesa para sus subestaciones
Pone un circo y le crecen los enanos. Barcelona parece una ciudad gafada y caótica. A los apagones, incendios, problemas en el Aeropuerto, en las líneas de Cercanías, en las autopistas… se une ahora el anuncio –que entre tanta polvareda ha pasado una tanto inadvertido- del retraso en las obras de ampliación del Puerto de Barcelona. Recuerden el intento de los nacionalistas de que el Ave pare en el Puerto y en el Aeropuerto (al final, más que un Ave iba a parecer un metro), entre otras cosas para conseguir desbancar a Madrid como ciudad aeroportuaria y a Valencia como puerto de referencia en el Mediterráneo.
Además, en vísperas del que el presidente de Endesa comparezca en el Parlament, la compañía recuerda al Ayuntamiento que no le ha concedido espacio para subestaciones. Por ejemplo, los metros cuadrados que le habían prometido a Endesa para una subestación en el Ensanche acabaron en pisos para jóvenes, los popularmente conocidos como picaderos (por eso que están ustedes pensando).
Ahora, por si fuera poco, en la Generalitat afirman que lo ocurrido en cercanías RENFE se debe a sabotajes. Sin embargo, no han abierto ninguna investigación.
ZP, en su línea, se comprometió, durante su reciente viaje a Cataluña, a que la Oficina Económica del Gobierno informaría cada trimestre a la Generalitat acerca de las inversiones del Estado en Cataluña. Todo un consuelo.