El margen de intermediación, o negocio crediticio, de Bankinter, durante 2004, fue de 403 millones de euros, un 2% menos que un año antes. Sin embargo, las comisiones crecieron un 15%, ya representan el 43% del negocio del crédito, y han logrado invertir la tendencia del margen ordinario.

También se reduce el margen de explotación y se produce un fuerte descenso de las provisiones, aunque Bankinter es un banco extraordinariamente provisionado, entre otras cosas porque un año atrás había dedicado a este capítulo las provisiones de Sogecable.

Otra de la características clave de Bankinter es su empeño en titulizar créditos, especialmente crédito hipotecarios. Ganar menos pero ganar antes, a costa de crear un instrumento especulativo. En 2004, Bankinter titulizó más de un 50% de sus créditos.

Al mismo tiempo, uno de los bancos más singulares de España, donde se ha refugiado Jaime Botín tras el divorcio con su hermano Emilio, y donde continúa comprando acciones para que el empresario de origen indio, Ram Bhawnani, no acabe por expulsarle de su banco, es el pionero de la externalización bancaria española, un camino iniciado por Jaime Botín que ahora copia su sobrina, Ana Patricia, en Banesto. Así, Bankinter cuenta con una plantilla de 3.269 empleados, pero sus agentes suman ya 1.004. Se diría que el ideal de Jaime Botín y del presidente de Bankinter, Juan Arena, es un banco sin trabajadores, que hay que reconocer que reducen mucho los costes de transformación.

Al final, y gracias a la fortísima reducción de provisiones y al incremento de las comisiones, el beneficio bruto de Bankinter fue 267 millones de euros, un 25% superior al de un año antes.