Banca March no es un banco sino una cartera industrial. Y si la cartera industrial no ofrece rendimientos las cosas no marchan. Por si alguien considera que las anteriores palabras constituyen una exageración, vean la descripción que realiza la propia entidad de los hermanos March: "La cartera de participaciones cotizadas de Alba a final del tercer trimestre de 2011 es la siguiente: ACS (18,3%), Acerinox (24,2%), Indra (10,5%), Prosegur (10,0%), Ebro Foods (8,1%), Clínica Baviera (20,0%) y Antevenio (20,5%). A través de Deyá Capital SCR, está presente en las siguientes sociedades no cotizadas: Mecalux (14,2%, del que un 5,2% es directo); Pepe Jeans (12,3%); Ros Roca (19,0%); Panasa (26,8%); Grupo Flex (19,8%) y Ocibar (21,7%)". Y Banca March posee la mitad de Alba.
Así que los resultados del banco matriz no revisten especial relevancia. Y no sólo los que aparecen en el cuadro, sino el hecho de que ACS es, a la vez, el principal accionista de Iberdrola, con un 19%, aunque sólo el 6,7% en acciones, el resto son derivados. Y ya hemos informado que los March están más que cabreados con Florentino Pérez por su lucha eterna y por el momento fallida, con el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, por el control de la eléctrica tanto, que promueven, con el apoyo de Rodrigo Rato, una fusión ACS-Iberdrola, que supondría la defenestración de Florentino Pérez.
Otra participación a destacar es la de Acerinox, donde también son socios de referencia. Los March nunca gestionan, simplemente compran y venden, es decir, especulan, aunque, hay que reconocérselo, en el tiempo. Lo malo es que todavía no han logrado deshacerse de Acerinox porque no encuentran comprador y porque sufrirían una minusvalía. Eso sí, se han cargado todo el plan de expansión de Victoriano Muñoz. Ahora, Acerinox es una acería que ya no lucha por el liderazgo, antes bien, se empequeñece.
Miriam Prat
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