• Mansur, el actual presidente, promete elecciones legislativas para comienzos del 2014.
  • La situación económica es muy delicada: el país ha perdido más de tres millones de turistas desde 2010.
  • Antes de las revueltas, en el primer trimestre del año, se habían incrementado las visitas de extranjeros en un 14, 6%.
  • Un conflicto armado en Egipto, como el que pronostica Putin, originaría gravísimos problemas a la administración Obama.
  • Es más que previsible que los islamistas radicales aprovecharan la situación para atacar posiciones hebreas desde la península del Sinaí.
  • El fiscal general de Egipto ha dimitido este martes para preservar la independencia de la institución y no tener que juzgar a quienes le cesaron en su día, el gobierno islámico depuesto.

El país de los faraones podría ser el escenario de una guerra civil. El Gobierno de transición, liderado por el nuevo presidente, Mansur,  intenta controlar la situación después del choque entre los manifestantes islamistas y la policía que se saldó con la muerte de 51 partidarios de Mohammed Mursi.

Mansur, que intenta transmitir un mensaje de normalidad tanto a los habitantes de Egipto como al exterior, ha dictado un decreto donde establece los plazos para renovar las instituciones. Antes de quince días quiere disponer de un equipo para hacer reformas en la constitución islamista impuesta por su predecesor. Y en cuatro meses se celebrará un referéndum para aprobarla. Las elecciones legislativas tendrán lugar a principios de 2014 y posteriormente se celebrarán las presidenciales.

Egipto se juega mucho con su imagen de cara al exterior. Su economía, especialmente la del Sur del País, depende del turismo, y son muchos los países, como España, que han recomendado a sus ciudadanos no viajar en estas fechas al país de las Pirámides.

Precisamente, en los tres primeros meses del año, antes de la llegada del presidente Mursi al poder el número de turistas procedentes de todo el mundo se había incrementado un 14,6% más. En una reciente rueda de prensa concedida por el embajador de Egipto en España, Ayman Zaineldine, que ha estado al frente de la delegación con los últimos tres gobiernos, se intentaba transmitir un mensaje optimista.

Egipto no prevé, manifestó una gran caída del turismo este año a pesar del golpe de Estado. La mayor parte de los visitantes extranjeros, especialmente alemanes y británicos,  viajan en invierno, y para esas fechas, se confía en que la situación haya mejorado, explicaba.

Las llamadas a la Intifada por parte de los Hermanos Musulmanes no benefician a un país que ha perdido más de tres millones de turistas desde 2010. Tal vez para los valientes que desean visitar Egipto con calor o sin él, con manifestacioneso o sin ellas,  el mejor momento sea lo antes posible, dadas las perspectivas de un conflicto armado en ciernes. Hay ofertas de viajes desde 265 euros.

La muerte de los 52 manifestantes ha sido definido por el partido Islámico Justicia y libertad, brazo político de los Hermanos Musulmanes como una "una exterminación masiva" perpretada por "el Gobierno del golpe fascista" contra ciudadanos pacíficos que ejercían su libertad de expresión y fueron atacados incluso mientras rezaban.

Sin embargo, el Gobierno sostiene que grupos terroristas dispararon contra los soldados en su intento por tomar el cuartel donde está confinado Mursi, con la intención de liberarlo.

En el decreto firmado por Mansur, se contempla que éste pueda legislar hasta que tengan lugar las elecciones. Necesita hacerse con un gobierno creíble, pero Al Nur, el segundo partido político islamista con más fuerza en el país, se lo está poniendo difícil. Sus líderes se opusieron al nombramirnto del premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei, quien fue candidato en las elecciones presidenciales de 2011 y renunció entonces tras denunciar irregularidades. La segunda opción, la vicepresidencia para Baradei, y el puesto de primer ministro para Ziad Baha el Din, fundador del Partido Social Demócrata de Egipto también fue rechazada.

Tras los disturbios del viernes,  desde Al Nur han anunciado definitivamente su ruptura con el gobierno golpista, y no están dispuestos a ayudarles. Nader Bakar ha anunciado que "no nos quedaremos callados… Queríamos evitar el derramamiento de sangre, pero ahora se ha derramado. Así que queremos anunciar que vamos a poner fin a todas las negociaciones con las nuevas autoridades".

Pese a que el golpe militar contó con un enorme apoyo por gran parte de la población, incluida la minoría cristiana, Egipto puede convertirse en el escenario de una guerra civil similar a la de Siria, como ya ha pronosticado Vladimir Putin, lo que plantearía un grave problema no sólo a Israel sino también a Barack Obama, quien, finalmente, tendrá que tomar partido.

Sería muy probable que los islamistas aprovecharan la situacion de conflicto para atacar posiciones hebreas desde la península del Sinaí.  Ya murió un soldado egipcio en un ataque terrorista perpetrado en la frontera.

Este martes, el fiscal general de Egipto, Abdelmeguid Mahmud,  ha presentado su dimisión ante el Consejo Superior de la Magistratura. Ya lo había anunciado. En su escrito asegura que lo hace para no tener que investigar a quienes le cesaron en su momento en su cargo, en alusión al ex presidente Mursi. Considera que con su renuncia contribuye a reafirmar la independencia de la fiscalía. Mahmud afirma que

"Egipto afronta estos días el peligro de la conspiración de las fuerzas del mal que quieren la discordia y la división para el país, lo que nos obliga a todos a estar en la misma senda para defender los valores de la justicia y la ley".
Sara Olivo

sara@hispanidad.com