Sr. Director:
En el magazine del domingo 29, que se entrega como suplemento de muchos periódicos, aparece un artículo de Suso de Toro titulado "Esos dos chicos". La referencia del título es a una pareja de homosexuales. Hasta ahí, podía ser una simple apología más de las relaciones homosexuales.
Pero el autor no se contenta con eso, y pasa a atacar de lleno a los obispos, con frases como "eso les pasa por no tener hijos. Si los tuvieran, no dirían esas barbaridades". O "para los obispos, nuestra hija divorciada es una perdida; si fuera hija de ricos, le habrían anulado el matrimonio".
Señor De Toro: le recomiendo que, antes de lanzar esos venablos, se informe mejor. Si lee lo que los obispos dicen sobre las personas divorciadas, seguro que no encuentra nada que vaya en contra de la dignidad de las mismas, y mucho menos insultos. Y en cuanto a lo de las nulidades, pregunte cuánta gente sin recursos consigue que le reconozcan que su matrimonio fue nulo -que no es lo mismo que anularlo-.
Creo que, cuando menos, debemos todos hacer un esfuerzo de ecuanimidad cuando escribimos en medios de comunicación. Una cosa es plasmar nuestras ideas, y otra atacar las contrarias de forma ofensiva y sin fundamento.
Por cierto, señor De Toro: ¿es usted o ha sido obispo, para poder saber lo que les pasa y opinar de forma tan tajante?
Santiago García
garcguti@hotmail.com