Sr. Director:
Soy profesor en una escuela concertada en Cataluña. Excepto la horas de castellano, que normalmente las imparte un profesor catalano parlante, no hay más en el la lengua de Cervantes.
No pretendo entrar en la polémica sobre la tercera hora de castellano, sino sólo reflexionar sobre si en Cataluña estamos educando correctamente, si cuando imponemos el catalán estamos pensando en los educandos o en "el país" (en "preservar la llengua"), si son antes las persona o la lengua. Siempre he pensado que la lengua es un instrumento para unir a las personas no para separarlas, tengo la impresión que en Cataluña se está aplicando una política lingüista que lejos de unir a todos solo lo hace con unos pocos.
Cuando observo la deficiencia en lengua castellana con la que acaban mis alumnos, pienso, ¡pobres de los que deban salir de Cataluña! Tal vez los grandes medios les ayuden a hablar mal el castellano pero difícilmente podrán desenvolverse en un trabajo de mediana responsabilidad. En estas circunstancias con frecuencia me pregunto: ¿Estamos haciendo lo correcto en política lingüista? ¿Estamos preparando a los futuros catalanes para un mundo globalizado? ¿Es lo correcto seguir apartando el castellano?
Xus D. Madrid
xusdomar@gmail.com