Está claro que el principal problema con el que se enfrenta el nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, es la deuda argentina. Rato aún no ha aterrizado en la dirección cuando se ha encontrado con unas fortísimas, y no pedidas, declaraciones de la subdirectora gerente del FMI, Anne Krueger. Según esta dura entre los duros del Fondo, "no creo que haya nueva inversión (extranjera en
En su día, Krueger llegó a decirle al entonces presidente argentino Eduardo Duhalde que para llegar a un acuerdo con Buenos Aires, el Fondo esperaría a que se produjera un cambio de Gobierno en
Para Rato, la iniciativa de su segunda supone una clara desautorización nada más llegar. La postura del ex vicepresidente del Gobierno español es clara: no le gusta la actitud retadora de Néstor Kirchner, pero también comprende que la deuda argentina está siendo objeto de especulación por parte de los grandes fondos de alto riesgo, principalmente anglosajones. Ahora, le toca implantar su autoridad.