La ONG presenta esta iniciativa, en colaboración con Correos y Telégrafos, con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre la presencia de esta milenaria enfermedad en el mundo.
El domingo 26 de enero se celebra el 50º Día Mundial de la Lepra, y con motivo de esta jornada ANESVAD denuncia la presencia de cerca de 7 millones de enfermos de lepra en el mundo. Para ello, ha organizado diferentes actividades de sensibilización que acercarán esa realidad a nuestra sociedad. Entre ellas, cabe destacar la emisión de un Sello Conmemorativo, en colaboración con Correos y Telégrafos, que recuerda la celebración de la quincuagésima edición de esta importante jornada.
Según afirma José Luis Gamarra, presidente de ANESVAD "con la emisión del Sello fomentamos la sensibilización de la sociedad de una forma positiva. Todavía queda mucho por hacer en la lucha contra la lepra, y la implicación de nuestra sociedad es imprescindible". La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha previsto la desaparición de esta enfermedad en el mundo, como problema de Salud Pública, para el año 2005.
Sin embargo, esto no significa que estemos cerca del final. Desde ANESVAD se recuerda que nos encontramos en la fase más difícil de la lucha contra la lepra. La prevalencia de esta enfermedad en 6 de los países más afectados, es cuatro veces mayor del objetivo propuesto por la OMS. India, Brasil, Madagascar, Mozambique, Myanmar y Nepal, que registran el 83% de los casos de lepra a nivel mundial, hacen imposible el control de la lepra para el año 2005. Especialmente podemos destacar la situación de India donde se encuentran el 78% de los nuevos casos detectados (más de 600.000) y donde un importante porcentaje de los enfermos son menores de 15 años. Las razones de la fuerte presencia de la lepra en estas regiones son varias: limitada cobertura geográfica de servicios que ofrecen el tratamiento de cura MDT (Multy Drug Therapy) o poliquimioterapia, alto número de casos no registrados que facilitan la extensión de la lepra en la comunidad, escasa sensibilización social hacia la existencia de un tratamiento gratuito y efectivo, y la fuerte estigmatización de las personas afectadas y sus familias. Las consecuencias directas son un alto número de enfermos que reciben el tratamiento de cura cuando la enfermedad está muy avanzada, con amputaciones y deformaciones irreversibles en sus miembros o en el rostro, y la existencia de un alto número de enfermos que ni siquiera reciben tratamiento.
ANESVAD
www.anesvad.org/dml_2003/index.htm