• Todos los bancos han retrasado para fin de año las provisiones exigidas por los dos decretos De Guindos: de ahí los malos resultados.
  • Lo mejor: que los ingresos financieros suben. Lo peor, que el ratio de eficiencia sube, quizás por las absorciones de bancos en dificultades.
  • El gran perjudicado, el accionista: la rentabilidad cae un 80%. Y el PER, estratosférico.
  • Curiosidad: Caixa se asegura su cartera de seguros: ¿Zapatero a tus zapatos

Parece que, efectivamente, el camino que nos mostró este jueves el Santander con sus resultados va a marcar tendencia. Y esto no es lo peor, pero si continúa así esa tendencia, más bien querencia, va a ser creciente.

Pues si este viernes es la tercera entidad financiera del país, la primera del mercado español, la madrugadora Caixabank del Sr. Isidro Fainé, la que, a primera hora, antes de abrir mercados, nos entregaba los resultados del 2012: apenas 230 millones de euros de beneficio frente a los 1.053 millones del 2011, un 78,2% menos. Qué barbaridad. ¿Motivos: la misma gripe que el Santander: "dotacionitis". 10.299 millones que ha tenido que soportar la cuenta de resultados de la entidad para dotaciones y saneamientos, cuando en el 2011 habían sido 2.557 millones de euros. Si la progresión es de esta magnitud, ¿en las próximas cuentas de entidades menos saneadas qué nos vamos a encontrar

Cómo los reales decretos del ministro De Guindos permitían reconocer las minusvalías en los activos inmobiliarios adjudicados y en los créditos con garantía inmobiliaria hasta 31.12.12, está claro que las entidades han ido retrasando dicho reconocimiento hasta el final. En este sentido, Caixabank ha resultado ser una entidad muy española. Suponemos que todas las entidades han actuado así, dejando para el último trimestre del año un fuerte volumen de dotaciones, en la esperanza de que algo cambiase.

El margen de intereses ha crecido trimestre a trimestre hasta un incremento anual del 22% pero, como consecuencia de la incorporación de entidades y en menor proporción que el balance por dichas incorporaciones (28%). Sin embargo, hay algo positivo: los ingresos financieros lo han hecho más que los gastos, por lo que el último ha resultado el mejor y ha ayudado a absorber ese fuerte esfuerzo de reconocer, por real decreto, el deterioro de los inmuebles y de los créditos que, con el consiguiente coste económico, ha mantenido el coeficiente de cobertura de estos activos en el 60%.

El problema es que el crecimiento de dicho margen ha ido acompañado del de los gastos generales, porque ambos se han producido por la incorporación de nuevas entidades al grupo como consecuencia de la reestructuración del sector. En cualquier caso el último trimestre no ha sido el peor, sino el segundo mejor del año después de que el tercero sí lo fuese, el peor. Tal vez esté comenzando a salir adelante la entidad.

Lo que se le ha deteriorado con todas estas incorporaciones de entidades en malas condiciones es su ratio de eficiencia (pasa del 51,3% al 52,9%), es decir: los gastos de estructura.

Como a todos los bancos, ahora Caixabank es banco, el gran perjudicado ha sido el accionista, quien ha visto hundirse la rentabilidad de los activos en un 75% y, por tanto, la del capital en un 80%. Sin embargo, también como en todos los bancos, la caída de la acción ha sido muy menor (no llega al 20%), lo que significa que se hayan alcanzado unos PER estratosféricos (pasa del 14 al 54) que sólo se explican cuando los negocios no son maduros o los valores están muy inflados.

La liquidez puede ser un problema para esta entidad que, aunque ha reducido la relación entre sus créditos y sus depósitos (pasa del 133% al 127%) lo ha hecho de manera muy poco significativa, por lo que presenta una de las más altas del sector. Esta reducción se debe tanto a la aportación de las entidades adquiridas como a la propia entidad, que aunque ha visto caer sus depósitos (-4,2%), también lo ha hecho en sus créditos (especialmente las empresas, -13,1%). El crédito, como ven, tampoco fluye desde esta institución.

Una última curiosidad. Al igual que Santander, Caixabank ha tenido que reasegurar su cartera de seguros vida-riesgos buscando el céntimo: ¿se han dado cuenta del refrán "zapatero a tus zapatos"

Esperamos con una ansiedad contenida los resultados de la segunda fila de nuestro sistema bancario.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com