El comisario advierte también ante los riesgos del sobreendeudamiento
Bastante catastrofista se ha mostrado el comisario Almunia a mediodía de este lunes. Sugiere que es posible que la directiva MIFID no se aplique antes de la fecha prevista 1 de noviembre, pero que lo importante es que se haga bien. Alerta sobre el riesgo de que algunos países añadan barreras y exigencias a lo que ya es una normativa de máximos. Y frente a la acusación de "fatiga normativa" (sobrerregulación), Almunia responde que la nueva normativa simplifica la existente, aunque reconoce el esfuerzo inicial.
Pero la tarjeta amarilla la lanza cuando se refiere a los hedge funds. Es verdad, señala Almunia, que la integración financiera nos permitirá ser más eficientes y canalizar mejor nuestros capitales. En realidad esto –junto con la dispersión comercial- es lo que explica según Almunia nuestro creciente diferencial de competitividad con EEUU.
Pero el comisario observa riesgos también en la integración financiera: menor disciplina, señales de alerta debilitadas, riesgo de contagio y efectos colaterales. En un entorno de alta liquidez y sofisticación de los productos financieros, estamos sometidos al riesgo de una "crisis sistémica", advierte el comisario. ¡Toma ya! Además, señala que este momento dulce que vive la economía europea "no se va a mantener indefinidamente" por lo que prevé cambios- que espera que sean graduales a las familias y empresas que están endeudados. "Si la crisis llega algún día, y no estamos exentos de ella, su impacto probablemente será mayor que en el pasado", concluye el comisario. ¿Razón? No hemos sometido a la prueba de la tensión los nuevos productos sofisticados de alta rentabilidad, la industria de los hedge funds.