La capitalización bancaria propuesta por Gordon Brown no ha funcionado. Así que Almunia propone la creación de unos bancos malos, una especie de almacén centralizado de activos tóxicos adquiridos a precios de mercado. Llamazares se muestra crítico. ¿Por qué socializar las pérdidas e incrementar el riesgo moral? Ante la inteligente pregunta, respuesta infantil. El presidente del BBVA, Francisco González recordaba esta mañana que ya se hizo con la creación de la Corporación Bancaria. Por su puesto, el mar de fondo se encuentra en la ausencia de liquidez. Esa que ha sido denunciada por Gómez Navarro, Sebastián y Sánchez Llibre. Almunia lo tiene claro. Un banco que no tiene activos sólidos, no puede dar crédito; se va cubrir mucho antes de dar crédito en condiciones normales.
Es sí, el comisario de Asuntos Económicos considera básicos que los bancos también se reestructuren y sobre todo, que los accionistas paguen el pato. No pueden salir sin mancharse, deben saber que el mercado comporta riesgos. Eso y ajustar remuneraciones. Por ética y por economía. En su opinión, los incentivos eran procíclicos y espera que Basilea II y el Foro de estabilidad Financiera los corrija.
Además, Almunia también deja claro que tras la experiencia de Lehman, nadie va a querer volver a comprobar qué pasa si un banco cae. Sobre todo si es grande. Por aquello del riesgo sistémico. Ya saben, demasiado grande para caer. Lo que quizás no cae Almunia es que quizás sea demasiado grande para poder ser intervenido. Porque si no hemos tocado fondo -como señaló en Bilbao y recordó Anasagasti- todavía queda por purgar otra mitad quizás no haya presupuesto capaz de soportarlo. Almunia no obstante insiste en que espera que estemos cerca del fondo. Desde luego, existen ganas de rebotar, pero tampoco se ve a nadie que haya tocado fondo.
Además, anuncia que antes de finales de año habremos tocado fondo y empezará un proceso de recuperación gradual que será lento y difícil.
