- La presidenta del Santander no acudió a la primera reunión preparatoria del Informe España 2018.
- Sin embargo, el viernes 14 se trasladaba a la sede central de Telefónica para hacer balance de dicho informe.
- En la reunión estuvo también Francisco González presidente del BBVA, Juan Roig, de Mercadona y Pablo Isla (Inditex).
- El ascenso de Podemos y la falta de unidad entre PP y PSOE figuraron entre los asuntos tratados.
Parecía que la llegada a la Presidencia del Grupo Santander de Ana Botín iba a romper el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), ese organismo de reciente creación, que es mucho más que una patronal, porque en él sólo figuran los más grandes de los grandes.
Ana Botín ha sustituido a su padre, el fallecido Emilio Botín, al frente de la empresa más capitalizada del IBEX pero también intenta crear su propio escenario. Sea por eso, o porque tenía previsto un viaje a Londres, lo cierto es que no asistió a una reunión donde se preparó la presentación del informe llamado España 2018, una proyección optimista sobre la situación de la economía española. Excusó su presencia por un viaje a Londres (donde pasa dos días a la semana) y encendieron las alarmas. Si el banco más capitalizado de la bolsa se daba de baja del aparato CEC, el núcleo duro del poder económico español, y principal interlocutor con el Ejecutivo, podía hacer aguas.
Los tres hombres clave del CEC eran el presidente de Telefónica, César Alierta, el del Santander, Emilio botín y el de Caixabank, Isidro Fainé. Pues bien, Alierta ha logrado recomponer el CEC. Por de pronto, ha conseguido que Ana Botín acuda al almuerzo celebrado el viernes 14 en la sede de Telefónica, en Madrid. Allí han almorzado, en paz y armonía, los siete miembros del equipo ejecutivo junto al director general del CEC, Fernando Casado. Estaban los tres del núcleo duro, además de Juan Roig (Mercadona), Pablo Isla (Inditex) o Francisco González (BBVA).
Los presentes encontraron positivo el informe España 2018, así como su acogida mediática. También la parte más morbosa del mismo: la de contemplar a los grandes empresarios animar al Gobierno para luchar contra el fraude fiscal de todo tipo, que según ellos reduciría la tasa de paro al 10% en poco tiempo. Algo parecido a decir que existe demasiada economía sumergida y mucho listo que se dice en paro y tiene ingresos. Vamos, que la altísima tasa de empleo en España no es el 25%.
En cualquier caso, en el almuerzo del viernes, con Ana Botín reinsertando al Santander en el CEC, se habló de Podemos, considerado un peligro para la economía, sin olvidar alguna velada crítica al PP y al PSOE por su enfrentamiento permanente entre ambos mientras aumenta el ruido social.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com