Sr. Director:

Durante parte del siglo XIX y especialmente del XX, bajo el concepto de "planificación central", los gobiernos dictaban lo que tenían que hacer los ciudadanos en materia económica.
 

Con la excusa de que el capitalista privado era un explotador y monopolista, se generó el llamado capitalismo monopólico de Estado, que fue la forma real de funcionamiento de los socialismos así implantados. A la oposición la acusaban de saboteadores, "antirrevolucionarios", golpistas y toda voz o grupo de oposición fue acallado. Las elecciones se volvieron un teatro. Desgraciadamente, este fenómeno se está volviendo a imponer en algunos países americanos.

En ningún país socialista del siglo pasado, donde existió planificación central y partido único, hubo libertad de expresión ni de movimiento. Lo más triste es que a pesar de que la historia del siglo XX muestra claramente que los estados socialistas sólo sirvieron de alcahuetes para instaurar dictaduras, todavía hay quienes, entre ellos nuestro Gobierno, justifican las estatizaciones y la clausura arbitraria a medios de comunicación en Venezuela, que acusados de golpistas han sido condenados a callar por la social dictadura que vive actualmente ese país y desde donde se intenta imponer en otros países del cono sur americano.

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com