El primer semestre de 2011 ha reportado unos flojos resultados para el Banco Popular, aunque la sinceridad (contable) de la entidad que preside Ángel Ron le ha permitido una buena acogida en la Bolsa. El margen de intereses se le deteriora mucho, especialmente por el crecimiento del coste ( 49%). Al final, de cada 100 euros que ingresaban por intereses hace un año, 38 eran para pagar depósitos, y ahora son 53. Las actividades en los mercados contribuyen menos que el año pasado a los resultados y sólo las comisiones, que crecen un 3%, ayudan, pero no mucho.
Los costes contenidos (¡qué remedio!) y las provisiones, aunque altas, van disminuyendo su ritmo de crecimiento porque ya comienza todo a estar bien dotado de provisiones. El resultado antes de impuestos cae muchísimo (45%) y es gracias a que este año tienen una recuperación de impuestos (en lugar de pagar como el año pasado que es lo habitual) por lo que el resultado final sólo cae un 13%.
Así la eficiencia y el ROE, o rentabilidad de los recursos propios, se les está deteriorando mucho. Además, la caída en el margen de intereses, según Jacobo González-Robatto, Director General Corporativo y de Finanzas de Banco Popular, era algo previsto y no sorprende, pero más bien parece que se debe a parte de la lucha del pasivo que ha seguido fomentando el banco para atraer nuevos clientes.
La morosidad del banco también ha crecido en el primer semestre hasta alcanzar el 5,58%, en comparación con el 5,04% del primer semestre de 2010, aunque según el banco, su mora, comparada con la media de las entidades está muy por debajo y dentro de unos márgenes razonables y asumibles.
En conclusión, parecen unos beneficios pobres que se espera que vayan a mejor, pero, como decíamos, al menos la Bolsa los ha recibido con buenos.
Juan María Piñero
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