Sr. Director:
Quería proponerles una forma eficaz de lucha contra el aborto que se puede realizar en casa y que nos tomará sólo 30 segundos al día: la ADOPCIÓN ESPIRITUAL consiste en rezar una breve oración todos los días durante nueve meses pidiendo a Dios por un bebé que se encuentra en peligro de ser abortado. Es hacernos cargo de él espiritualmente, amarle a distancia.
La adopción espiritual es el compromiso de oración de una persona concreta en intención de la salvación de la vida de un niño en el vientre de su madre, así como de una vida justa y recta tras el nacimiento del niño, cuyo nombre es solamente conocido por Dios. Su esencia es una breve oración diaria, durante nueve meses, y eventualmente otras prácticas adicionales.
Oración para la adopción espiritual
Primer día: Compromiso delante de una cruz, imagen, o si es posible en una iglesia:
Santísima María, Madre de Dios, todos los Ángeles y Santos:
Llevado/a por el deseo de ayudar a la defensa de los niños no nacidos, me propongo firmemente y declaro, que desde el día.... (en la celebración de...) tomo en adopción espiritual un niño, cuyo nombre sólo a Dios es conocido, y por nueve meses, cada día, rezar por la salvación de su vida y por una vida justa y honesta tras su nacimiento. Prometo… (aquí cada uno elige la opción)
- Rezar cada día la oración en intención del niño concebido
- Rezar cada día un misterio del S. Rosario.
- Cumplir otra penitencia voluntaria (puede indicarse cual).
Días siguientes: Oración diaria durante 9 meses
Señor Jesús: por mediación de Tu Madre María, que te dio a luz con amor, y por intercesión de San José, que se ocupó de Ti tras el nacimiento, te pido por ese niño no nacido que he adoptado espiritualmente, y que se encuentra en peligro de ser abortado. Te pido que des a los padres de ese niño amor y valor para que le permitan vivir la vida que Tú mismo le has preparado. Amén.
Página Web http://www.adopcionespiritual.com
También se ha creado en Facebook un grupo de adopción espiritual.
Sr. Director, le invito a que dé a conocer esta iniciativa a través de su publicación. Quizás algunos no se atrevan, o no puedan acudir a las puertas de las clínicas, tal vez no puedan dedicar tiempo a una fundación pro-vida, pero ¿quién no puede elevar la mirada a Dios durante 30 segundos al día pidiendo por un niño no nacido?
María José García García
jsolagarcia@yahoo.es